“El cáncer de piel se cura si se detecta a tiempo”. Así de contundente lo resume el doctor Miguel Sánchez Viera, dermatólogo de USP San Camilo, con motivo de la celebración del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que se celebró ayer. De ahí la importancia del diagnóstico precoz de la enfermedad, para lo que es fundamental la información. Precisamente con el objetivo de informar, el centro hospitalario se ha unido a los Laboratorios Dermatológicos Avène , haciendo hincapié en que las tres claves de la prevención son la fotoprotección, la autoexploración y la visita anual al dermatólogo.
Las cifras siguen creciendo
El cáncer de piel se produce por la proliferación de células cancerosas que tienen su origen en distintas partes de la piel. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican más de dos millones de casos de cánceres cutáneos no melanoma y cerca de 130.000 melanomas, observando un incremento de la incidencia en los últimos años de entre un 3 y un 8 por ciento. La incidencia de este tipo de cáncer es la que más crece en el hombre y la segunda que más está aumentando en mujeres. Tanto, que uno de cada tres cánceres diagnosticados en todo el mundo es cutáneo. Se estima igualmente que una de cada cinco personas de 70 años va a padecer al menos un cáncer de piel.
Cada año se diagnostican en España 4.000 nuevos casos de melanoma y en Europa 62.000 casos de melanoma avanzado, con metástasis. El melanoma es el octavo tipo de cáncer más diagnosticado en mujeres y el decimoséptimo más común en hombres en el continente, y se calcula que son más de 66.000 las muertes anuales debidas a los melanomas.
No todo son mala noticias
“Las buenas noticias son que la inmensa mayoría de los canceres cutáneos diagnosticados en sus estadios iniciales, incluido el melanoma, se curan con una sencilla intervención quirúrgica”, explica el especialista. Incluso en el melanoma, la mortalidad se ha reducido en un 30% gracias al diagnóstico precoz.
“El cáncer de piel es uno de los más sensibles al diagnóstico precoz, y, por ello, las campañas de sensibilización de la población alertando de los riesgos de la exposición solar excesiva, la necesidad de visitas rutinarias al dermatólogo y la autoexploración, son muy importantes. Los factores etiológicos conocidos con mayor influencia en el cáncer de piel son la predisposición genética y la exposición al sol. De ahí la importancia de concienciar a la población sobre la exposición solar responsable”, incide el doctor Sánchez Viera.
Cuidados frente al sol
- Evita la exposición solar entre las 12h y las 16h.
- Trata de exponerte progresivamente al sol y evita totalmente las quemaduras solares.
- Utiliza un protector solar adaptado a tu tipo de piel y a las condiciones de exposición al sol.
- Un 87% los españoles no se aplica correctamente el protector solar, según se refleja en la Encuesta Nacional sobre Fotoprotección. Aplica una cantidad generosa sobre la piel (los estudios muestran que ésta debe ser al menos de una gota del tamaño de una lenteja por cada cm2 de superficie de piel). No dejes zonas expuestas al sol sin cubrir y no superes nunca el límite de exposición recomendado por tu dermatólogo.
- Renueva la aplicación del protector solar con la frecuencia adecuada (cada 2 ó 3 horas) y, sobre todo, después de cada baño.
- Usa siempre sombreros, gorras, viseras, gafas y ropa confeccionada con tejidos tupidos y con capacidad de filtrar los rayos solares.
La autoexploración, un pilar importante
El autoexamen de los lunares es indispensable para el diagnóstico precoz del cáncer de piel. Lo puedes realizar solo ante un espejo o con ayuda de otra persona siguiendo estos pasos. Observa:
-El cuerpo, con los brazos en alto, de frente, de espalda y de lado ante un espejo.
-Los antebrazos, los brazos, por arriba y por debajo, y las palmas de las manos.
-La parte de atrás de las piernas, los espacios entre los dedos y la planta de los pies.
-Detrás del cuello y el cuero cabelludo, con un espejo de mano.
-La parte de abajo de la espalda y las nalgas.
Si detectas algún lunar que cambia de aspecto (tamaño, forma o color), o ha aparecido súbitamente, y es irregular en forma, color o sangra, acude al dermatólogo.