Ya tienes todos los relojes adaptados a la nueva hora, y, en el fondo, llevas mejor este cambio de hora gracias a que los días se alargan y parecen cundir más. Pero aún así, ayer te costó más conciliar el sueño y el ritmo del día sigue siendo algo raro. No te preocupes: necesitas adaptarte al nuevo horario. El neurólogo de USP San Camilo, el doctor Antonio Yusta Izquierdo, ofrece una serie de consejos para acometer este cambio. De no lograrse en diez días como máximo, el especialista aconseja acudir a consulta.
- Tómatelo con tranquilidad. Los síntomas son transitorios y en la mayoría de las ocasiones no suponen una alteración importante en la calidad de vida. Si llegan a dificultar las actividades de la vida diaria se deberá acudir al médico.
- No cambies el ritmo. Intenta no alterar el ritmo circadiano o biológico: conviene mantener fijas las horas de descanso nocturno y de las actividades que veníamos realizando.
- Sin estimulantes. Evitar la toma de estimulantes a partir de ciertas horas del día: la toma excesiva de café o té, sobre todo a última hora de la tarde, puede producir dificultad para conciliar el sueño a pesar de la sensación de cansancio. Tampoco es aconsejable realizar actividad física importante antes de irse a la cama, el cansancio excesivo provoca insomnio.
- Bebe agua. La adecuada hidratación (beber de 2 a 3 litros al día) ayuda a aliviar la sensación de cansancio.
- Duerme bien. Mantener un ritmo sano de sueño: de entre 6 y 8 horas, según las personas. Cada individuo tiene que descansar las horas a las que está acostumbrado, evitando el número de horas excesivas.
- Evitar siestas prolongadas. No más de 30 minutos. Si tiene esa duración, puede ayudar a mejorar el rendimiento durante la tarde.
- Cuanto más despejado, mejor. Intenta realizar las actividades que supongan más concentración mental cuando más despejado estés. Esto es variable según las personas. Unas lo están a primera hora de la mañana y otras a última hora de la tarde.
- Ojo si tienes migrañas. Las personas que sufren migrañas han de seguir las recomendaciones para esta patología porque éstas se pueden intensificar durante el periodo de adaptación al cambio de hora.
- Actitud positiva. El exceso de tensión emocional puede retrasar la desaparición de los síntomas.
- Al médico. Si los síntomas de cansancio y somnolencia perduran más de diez días, conviene acudir al médico.
Pasa con el tiempo
Los expertos insisten, eso sí, en que la situación es transitoria. “La adaptación es variable, ya que depende de la carga genética y de la edad”. Así, el cambio de hora afecta más a las personas mayores y que están tomando medicamentos que repercuten en el funcionamiento cerebral (ansiolíticos y antidepresivos, etc..). Los niños y las personas jóvenes tienen una capacidad de adaptación mayor. “Lo normal es que a la semana, máximo diez días, hayamos superado los inconvenientes de haber adelantado los relojes. Así pues, el 7 de abril tenemos que estar de nuevo en plena forma, unos días antes de Semana Santa”, concluye el neurólogo.