Si te paras por un momento a pensar en las posibles consecuencias que tiene el estrés en tu salud, tal vez pienses en problemas musculares –las contracturas son uno de los grandes reflejos de una ‘espalda estresada’-, dolores de cabeza o alteraciones estomacales. Pero, tal vez nunca has caído en la cuenta de que determinados problemas bucodentales pueden tener también que ver con esos momentos en los que estás especialmente nerviosa. Y es que aunque estos problemas pueden pasar inadvertidos, las ansiedades típicas del estrés pueden manifestarse en la cavidad oral a través de herpes, aftas, candidiasis o bruxismo.
“Cada día, y como consecuencia del estrés, hay más casos de bruxismo, ya que se estima que hasta un 20% de los adultos presenta este síntoma”, afirma el Director Médico de Vitaldent, el doctor Gustavo Camañas. El bruxismo es un hábito nocivo que se caracteriza por el contacto fuerte de los dientes superiores e inferiores, en el que se rechinan los dientes inconscientemente. “Aunque también puede darse esta situación durante el día, es más frecuente que suceda durante la noche, mientras se duerme, ya que liberamos de manera involuntaria la acumulación de estrés del día”, apunta.
Si no se trata esta patología, puede dar lugar al desgaste de las piezas dentales e incluso llegar a padecer dolores en el cuello, cabeza, columna vertebral y en las articulaciones mandibulares. Actualmente existen varios tratamientos multidisciplinares para solucionarlo: como colocar una férula de descarga para evitar el contacto de los dientes superiores e inferiores o realizar tratamientos con ortodoncia en el caso de que el bruxismo venga provocado por una mala colocación de los dientes.
Caries y mal aliento
Pero aún hay más, y es que el estrés puede considerarse la segunda causa de caries dental después de la acumulación de la placa bacteriana causada por una mala higiene dental. Esto se debe a que “si padeces estrés regularmente, aumenta la acidez de la saliva, además de reducir la cantidad de salivación, atacando directamente al esmalte, capa natural que protege nuestros dientes”, explica el experto.
Por otro lado, los altos niveles de ansiedad pueden activar la aparición de herpes labiales. Según expone el doctor Camañas, “el herpes es producido por un virus que habita en los nervios faciales. Aprovecha los momentos en los que el organismo tiene menos defensas, como los ocasionados por episodios de estrés, para reproducirse”.
También puede ser culpable del mal aliento, sobre todo por los problemas de estómago y digestión que conlleva. Además, es frecuente que por la rutina que llevamos, dejemos a un lado hábitos tan importantes como cepillarnos los dientes después de cada comida, o visitar al dentista, por lo que las probabilidades de padecer alguna afección bucodental aumentan considerablemente.
¿Y tú cómo cuidas la salud de tus dientes?