Un chequeo rutinario y descubres que tienes la tensión alta. ¿Habrá sido por los nervios de ir al médico, la llamada ‘tensión de bata blanca’? ¿Crees que deberías empezar a tomar medidas? Lo cierto es que los médicos insisten en que lo ideal son cifras iguales o inferiores a 125 de sistólica (la habitualmente denominada alta) y 80 de diastólica (la baja).
- Y es que la tensión arterial de una persona de peso y estatura medios debe de ser menor de 140 la sistólica y menor de 90 la diastólica. Por encima de estos valores hablaremos de hipertensión.
- Eso sí, ten en cuenta que una toma aislada de la tensión no es válida para sacar conclusiones, ya que depende de la situación específica en la que nos encontramos antes y durante la toma. Los expertos insisten en que hay que realizar tomas sucesivas dos o tres veces por semana durante al menos cuatro semanas.
- Además, las tomas deben hacerse a la misma hora del día, siendo el momento ideal a media mañana. La media de todas estas tomas serán una muestra bastante aproximada del estado de nuestra tensión arterial.
- Algunos de los factores que influyen en un aumento de la tensión arterial son: fumar, una dieta rica en grasas, la obesidad, el aumento de colesterol en la sangre, el estrés, la vida sedentaria y la falta de ejercicio físico.
- Por todo ello, es fundamental adquirir hábitos de vida saludables, como, por ejemplo, mantener controlado nuestro peso. Y es que no hay que olvidar que la obesidad es una de las principales causas de la hipertensión, algo que preocupa a los expertos, sobre todo teniendo en cuenta el gran incremento de la obesidad infantil, que aumenta el riesgo de padecer hipertensión cuando se llega a la madurez.
- Además, hay que reducir la ingesta de sal y seguir una dieta cardiosaludable –rica en frutas, verduras y lácteos bajos en grasa, que incluya cereales integrales, pescado, carnes blancas magras y frutos secos-, dejar de fumar, reducir la ingesta de alcohol y realizar ejercicio de forma regular.