¿Sabías que la mayoría de las mujeres con osteoporosis no están diagnosticadas? Es más, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 40% de las mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con esta enfermedad crónica, que se caracteriza por un debilitamiento de la resistencia ósea, lo que provoca que los huesos sean más frágiles y, como consecuencia, más propensos a sufrir fracturas o pequeños traumatismos. De hecho, uno de los primeros síntomas visibles de padecerla suele ser precisamente fracturarse una muñeca, una vértebra o la cadera al realizar un movimiento suave o una actividad habitual.
Puede que te cueste creerlo, pero el hueso es un tejido vivo que se va remodelando continuamente, eso sí, sólo hasta los 30 años, momento en el que nuestro esqueleto alcanza la máxima masa ósea, que se mantendrá hasta los 50 años. Sin embargo, es a partir de esta edad cuando la densidad ósea comienza a disminuir (en torno a un 0,5 % al año), de manera que resulta vital haber proporcionado a nuestro organismo la suficiente cantidad de calcio y vitamina D para hacer frente a este proceso.
Pero, ¿a quiénes afecta más esta enfermedad?
Según la OMS este trastorno afecta a la mitad de las mujeres después de la menopausia. También es más frecuente entre las mujeres delgadas y de hueso fino que entre las de hueso grande y más gruesas. La raza parece ser que también influye a la hora de poder desarrollar esta enfermedad, de manera que son las blancas y asiáticas quienes tienen más riesgo frente a las africanas o a las mujeres latinoamericanas. Sin embargo, también influyen otros factores, como por ejemplo, el sedentarismo, el consumo de alcohol y tabaco, la pérdida temprana de la menstruación, los antecedentes familiares, el no haber tenido hijos o un bajo consumo de calcio.
Por todas estas razones, es muy importante que a partir de los 50 años te realices una densitometría ósea para que tu médico determine el estado de tu sistema óseo y te aplique el tratamiento más adecuado. De todas formas existen otros signos que pueden ayudar al especialista a determinar si se padece o no esta enfermedad. Uno de los más habituales es la pérdida de altura (bajar de 1,5 a 2 cm anuales es señal de que puede existir una fractura vertebral provocada por la osteoporosis).
Pautas saludables para seguir con tu ritmo de vida
¿Qué podemos hacer cuando la enfermedad ha hecho su aparición? o ¿cómo podemos prevenirla en un futuro? Los laboratorios farmacéuticos Lilly te dan una serie de recomendaciones:
- Es imprescindible seguir el tratamiento indicado por el especialista, lo contrario puede significar que aumente el riesgo de fracturas.
- ¡Haz ejercicio! No nos cansaremos de repetirlo. Es fundamental tanto para el tratamiento de la osteoporosis como para prevenirla. No sólo protegerás la salud de tus huesos, también fortalecerás el músculo, la coordinación y el equilibrio. Además, no necesitas ir a un gimnasio para decir adiós al sedentarismo. Elige tu mejor momento para practicarlo.
- Aumenta la ingesta de calcio y vitamina D. Productos como la leche, el queso o el yogur, así como algunos pescados (salmón, sardinas...), marisco, verduras (brécol, soja y repollo) te ayudarán a conseguir el aporte necesario de estas sustancias. Aprovecha para tomar el sol, fuente de vitamina D, eso sí con precaución y sabiendo que el tratamiento no debe suspenderse durante las vacaciones.
- Adopta hábitos de vida saludables. Abandona el alcohol (bloquea la absorción del calcio) y el tabaco.