Los ajetreados y frenéticos ritmos de vida actuales hacen que a menudo le robemos horas de trabajo o de ocio al periodo de descanso: puestos a sacrificar algo, decidimos recortar el tiempo de sueño. Las noches se acortan y la mañana parece llegar cada vez antes, y nos habituamos a dormir menos de lo que deberíamos, en ocasiones unas seis horas por día.
Y lo hacemos pese a conocer los beneficios que nos reporta el sueño y una noche de descanso tranquilo, que nos ayudan a sentirnos frescos y despiertos por la mañana.
Pero ésta es una mala costumbre que no sólo nos puede costar ojeras, sino también, problemas de salud. La razón es que el cuerpo necesita el tiempo de descanso para producir determinadas hormonas, vitales en el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por eso, la falta de sueño continuada produce:
Son sólo algunos datos, pues diferentes estudios también han apuntado que dormir menos de seis horas puede incrementar el riesgo de sufrir ataques cardiacos. Por todo ello, no lo dudes... ¡y disfruta de dulces sueños!