Personalidades tan dispares como Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, Charles Darwin, padre de la teoría de la evolución, o el escritor Lewis Carroll, tenían algo en común: los tres sufrían cefaleas. En su época no se sabía tanto sobre dicha enfermedad y no se disponía de la medicación adecuada para combatirla con éxito. Hoy sí, y he aquí algunos consejos al margen de la ingesta de medicamentos que pueden servir de ayuda en el tratamiento.
Practicar habitualmente ejercicio: Un ejercicio o actividad física acorde a las posibilidades de cada persona es una buena manera de prevenir o aliviar el dolor de cabeza débil. El ejercicio físico relaja los músculos y libera tensión, una de las causas fundamentales de la aparición de numerosas migrañas. Además, practicando ejercicio se liberan endorfinas, un tipo de hormonas naturales con propiedades similares a la morfina y cuya principal función es quitar el dolor. En caso de dolores fuertes de cabeza no debe practicarse ejercicio, pues éste podría empeorar el dolor. Controlar las comidas: Algunas comidas pueden producir dolores de cabeza fuertes. Entre los componentes no recomendados se encuentran: los nitratos (salchichas, embutidos, perritos calientes, etc), el glutamato monosódico (utilizado en algunas preparaciones de comida oriental, especialmente la china de baja calidad), bebidas con cafeína (café o colas), alimentos con tiramina (chocolate, quesos, nueces) y bebidas alcohólicas.
Además de estos alimentos, la sensación de hambre puede producir dolor de cabeza, por lo que se recomienda comer a las horas y respetar el horario habitual de comidas que uno tenga. Existen también una serie de alimentos o sustancias que pueden resultar beneficiosas y actuar como estabilizadores del dolor de cabeza. La vitamina B, por ejemplo, refuerza el sistema nervioso siendo útil en las cefaleas y en su previsión. Algunas plantas, sus infusiones u otros modos de aplicación de las mismas, pueden ayudar igualmente: melisa, pasiflora, boldo, fumaria, ginko y flor de malva son algunas de ellas. Finalmente no podemos olvidar que algunos alimentos pueden producir intolerancia o alergia, que se manifiesta ocasionalmente en forma de cefalea. Las proteínas de la leche de vaca y el gluten de los cereales deben ser los primeros alimentos en retirarse en caso de sospechar intolerancia alimentaria.
Utilizar técnicas de relajación: Controlar la respiración, respirar profundamente utilizando el diafragma, practicar el automasaje, presionando las partes del cuerpo que están tensas (el cuello, los hombros, el espacio de la palma de la mano entre el pulgar y el índice) son técnicas que se aprenden fácilmente y que pueden liberar tensión, lo que se manifestará positivamente en un menor índice de cefaleas. Existen grupos de ayuda donde la gente puede acudir a practicar o aprender estas técnicas. Puede ser conveniente la utilización de alguna de las terapias siguientes: masajes, yoga, shiatsu, quiromasaje, reflexoterapia, etcétera.