Noches y amaneceres fríos y días agradables soleados. Esa parece ser la constante de los últimos días en España. No piense que se ha equivocado y que le vamos a hablar de la previsión meteorológica... es simplemente que, con este tiempo de cambios acusados de temperatura, son muchos los que ya se han enfrentado al primer resfriado de la temporada, la infección vírica respiratoria más extendida. Muy pocas personas escapan a esta enfermedad y la mayoría padece varias infecciones al año. Así, según los datos de diferentes estudios -como los realizados por la firma Vicks-, se estima que los adultos sufren de dos a cinco resfriados al año y los niños un promedio de cuatro a diez.
Se trata de una enfermedad que afecta sobre todo a la nariz y la garganta, aunque puede extenderse a veces hasta la laringe y la traquea. Dura varios días y el problema es que puede ser causada por más de 200 virus diferentes, por lo que no existe una vacuna capaz de proteger frente a todos ellos. ¿Cómo se manifiesta? Los síntomas dependen del virus responsable del resfriado, pero los más frecuentes son: dificultad para respirar por medio de la nariz, tos, garganta seca e irritada, estornudos, ojos llorosos, disminución o pérdida de la capacidad olfativa y del gusto, goteo nasal (esta secreción comienza siendo muy acuosa y después se vuelve más espesa y de color verdoso), voz ronca y, en ocasiones, puede aparecer dolor de cabeza o fiebre ligera.
Para evitar contagiar a otras personas, la persona resfriada puede adoptar ciertas precauciones, como son cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo cuando tosa o estornude; lavarse las manos después de toser o estornudar; y, si es posible, permanecer lejos de personas con asma o patología pulmonar crónica.
Vamos a intentar ponérselo más fácil con unas recomendaciones muy útiles que hay que seguir cuando el resfriado llame a nuestra puerta y para prevenir su aparición: