Estilizan, sientan bien y son muy femeninos. Por ello, para muchas mujeres, los zapatos de tacón son el complemento imprescindible y los llevan todo el día. Pero como ocurre con la mayoría de las cosas, no hay que abusar y tenemos que tener en cuenta que los pies son la estructura anatómica más importante en el mantenimiento del cuerpo en la posición erguida. Intervienen en el movimiento, el equilibrio y, sobre todo, en el desplazamiento. Su delicada arquitectura está compuesta por multitud de músculos y ligamentos que les hacen más vulnerables ante las agresiones, traumatismos y sobrecargas. No debemos olvidar que, al término de nuestra vida activa habrán recorrido con toda seguridad una distancia superior a los 100.000 kilómetros. Los músculos y, sobre todo, los tendones y ligamentos de los pies son finos, sensibles y muy abundantes. Al estar lejos del corazón, adolecen con frecuencia de trastornos vasculares pues la llegada de sangre y retorno venoso pueden tener dificultades, dando lugar a varices y edemas.
Importancia del calzado. Es muy importante para la salud de los pies el tipo de calzado que usemos. Esta parte de nuestra indumentaria es una necesidad impuesta por nuestra cultura y desarrollo y su principal función es la de proteger los pies y facilitar su actividad. La sociedad actual ha impuesto el tacón alto en el calzado femenino con el fin de estilizar la figura y embellecer las piernas, pero ha abandonado o no ha tenido en cuenta las mínimas condiciones de funcionalidad.
Además, el calzado femenino suele ser abierto y de empeine bajo, circunstancias que influyen en la tendencia a utilizar zapatos más pequeños de lo necesario, por lo que aumenta la presión sobre los pies, especialmente, en su parte anterior, dando lugar con el tiempo a severas alteraciones anatómicas y funcionales.
El Hallux Valgus (conocido vulgarmente como juanete), la aparición de callos y durezas y el dolor crónico en dedos y pies son los tributos que paga el pie femenino a la belleza y a la moda. Los zapatos de tacón alto deben ser sólo utilizados para vestir o para ocasiones especiales, pues distribuyen el peso del cuerpo de forma irregular sobrecargando así los dedos y las uñas. Para uso diario es conveniente utilizar zapatos confortables y amplios, que no aprieten y que no provoquen rozaduras. Del mismo modo que para andar sobre superficies irregulares y realizar ejercicio o practicar algún deporte el calzado debe ser adaptado a la ocasión y la finalidad.
Consejos para unos pies sanos
Cuidados