El diagnóstico precoz, fundamental para prevenir el melanoma

Los dermatólogos insisten en la importancia de la precaución a la hora de tomar el sol

por hola.com
Mientras que los lunares son redondos y simétricos, tienen bordes regulares, son de color marrón homogéneo y tienen un diámetro menor de seis milímetros, los melanomas son asimétricos, tienen bordes irregulares y festoneados, tienen dos o más tonos (marrón, rojizo, negruzco) y suelen tener un diámetro mayor de seis milímetros. Así, se recomienda que, ante cualquier duda sobre la aparición de estas señales o de cualquier otro signo cutáneo anormal (sangrado, inflamación, enrojecimiento, picor...) se consulte con el dermatólogo.

Además, existen personas que suman una serie de factores que las hacen susceptibles de desarrollar un melanoma. Son aquellas que:
  • tienen antecedentes familiares
  • lunares que cambian de aspecto
  • un gran número de lunares
  • la piel y los ojos claros
  • antecedentes de quemaduras solares importantes en la infancia y/o adolescencia (el 50% de la dosis acumulativa de rayos ultravioleta se ha recibido antes de los 18 años)
  • ya han tenido un melanoma en el pasado
  • trabajan o realizan actividades frecuentes al aire libre.

    Igual que sucede con otros tipos de cáncer, como el de mama, son fundamentales los autoexámenes de los lunares de la piel, indispensables para la detección precoz del melanoma. Y, sobre todo, es básica la prevención, para evitar que aparezca esta lesión cutánea. ¿El mayor enemigo? El sol. Según los expertos, es la causa principal en el 90% de todos los casos de cáncer de piel. Por ello, es importante evitar la exposición en las horas centrales del día y utilizar siempre protector solar adaptado al fototipo de la piel.