Tome al menos dos litros de agua al día, unos ocho vasos. Esto ayuda a eliminar toxinas, mantiene los riñones en buen estado y compensa la pérdida de agua diaria que se produce a través de la orina, las heces y la transpiración.
La falta de hidratación interna, que puede pasar desapercibida, puede causar problemas tales como dolores de cabeza, sensación de cansancio, falta de concentración o calambres.
Si hace ejercicio, es especialmente importante que reponga los fluidos que se pierden a través de la transpiración. Esta pequeña tabla le puede ayudar a calcular el agua que pierde al entrenar: -media hora de bicicleta a buen ritmo: unos 700 mililitros de agua (tres vasos); -una hora de pesas: 250 mililitros de agua (un vaso); -un día de marcha intensa o un trayecto de maratón: de dos a tres litros de agua.
La mejor forma de mantenerse hidratada durante el ejercicio es tomar agua unas dos horas antes de hacerlo; beber medio vaso cada quince minutos mientras lo practica y alrededor de un litro en las horas posteriores.
Las bebidas isotónicas, que contienen sales minerales como las que se pierden con la transpiración, tienen un sabor agradable, aunque son sólo realmente imprescindibles para personas que hacen ejercicios de alto rendimiento, como los atletas de competición.
Los europeos occidentales son los mayores consumidores de agua embotellada, y consumen cerca de la mitad de agua embotellada del mundo, con una media de 85 litros anuales por persona.
En Europa, los italianos son los que más consumen agua embotellada, con una media de 107 litros anuales por persona.