Ocasionalmente, han aparecido casos de reacciones alérgicas a la vitamina E, especialmente en niños. También parece ser que la vitamina E aumenta el efecto anticoagulante de la warfarina y, por lo tanto, es recomendable que quien esté bajo tratamiento anticoagulante con warfarina no tome vitamina E.
Vitamina C
La vitamina C es soluble en agua y por lo tanto sus excesos son rápidamente expulsados del cuerpo. La ingestión óptima de vitamina C es de unos 1.500 mg al día. Una serie de estudios han hecho señalar que una elevada dosis de vitamina C diaria (10.000 mg) puede resultar beneficiosa para algunas enfermedades. Rápidamente han aparecido voces que señalan que esa dosis elevada puede provocar la aparición de piedras en el riñón, aparición de interferencias con la absorción de la vitamina B12 y que causa aparición de escorbuto (enfermedad por carencia de vitamina C que afecta fundamentalmente a las encías y a la piel) cuando deja de complementarse. Se ha demostrado, sin embargo, que no existe ningún fundamento para dichas alegaciones. El único efecto que puede considerarse "negativo" de la vitamina C es el efecto laxante.
Vitamina B
Las vitaminas del complejo B son solubles en agua y, por lo tanto, sus excesos son rápidamente eliminados por la orina, así que resultan poco tóxicas en general. La vitamina B3 en forma de niacina causa rubor a niveles de 75 mg o más. Esto es parte de su acción natural y no puede ser considerado como un efecto tóxico.
Curiosamente, la piridoxina produce los mismos efectos, tanto en caso de carencia como en caso de exceso. Se trata de una neuropatía periférica, pero son necesarias dosis muy elevadas de la vitamina para saturar al organismo y producir dicho efecto. Una ingesta de hasta 200 mg de manera continuada se considera segura. Para finalizar, apuntar un pequeño descubrimiento respecto a la vitamina B6: su toxicidad queda reducida en el caso de añadir zinc en su aplicación.