Esta vitamina la podemos encontrar en dos formas fundamentales: la forma animal, retinol, que se almacena en el cuerpo; y la forma vegetal, el betacaroteno, que se transforma en retinol a menos que los niveles corporales sean ya demasiado altos. El betacaroteno no se considera tóxico, con la excepción de que a dosis elevadas puede aparecer coloración amarillenta de la piel.
Sin embargo, el retinol sí puede resultar tóxico a dosis elevadas. Si se supera la toma de 500.000 ius (Unidades internacionales) durante un periodo de tiempo considerable, pueden aparecer: enrojecimiento y descamación de la piel, crecimiento de pelo alterado, falta de apetito y vómitos.
Se ha informado sobre un número de casos de toxicidad y malformaciones de nacimiento, a causa de un relativo sintético de la vitamina A, el isotretinoin (Roacutane). Sin embargo, existen estudios que indican que una dosis de complemento de vitamina A tomada durante el embarazo de 7.500 a 10.000 ius previene las deformidades en el recién nacido. De tal manera que, en vista de las posibilidades de que grandes cantidades de retinol puedan causar defectos de nacimiento, es juicioso que las mujeres en edades fértiles no tomen más de 10.000 ius de retinol en forma de suplemento.
Vitamina D
La vitamina D permite la absorción del calcio. Unas tomas excesivas de esta vitamina pueden provocar la calcificación de los tejidos blandos. Sin embargo, para llegar a provocar este efecto, es necesario consumir unas 50.000 ius en un día. Dosis de 2.000 ius en adultos y de 1.000 en niños son perfectamente seguras.