Están de moda entre los más jóvenes y cada vez es más común ver sus caras y sus cuerpos luciendo piercings y tatuajes. Y son muchos los famosos que también se han sumado a esta tendencia, como por ejemplo la actriz Angelina Jolie, una auténtica fan de los tatuajes. Pero en este campo no es oro todo lo que reluce y, en ocasiones, saltan las voces de alarma, sobre todo ante el vacío legal existente sobre las condiciones higiénico-sanitarias de los locales donde se realizan y sobre la edad de los chavales los visitan.
De hecho, cada vez es mayor el número de quejas recibidas por las autoridades por parte de padres que ven cómo sus hijos se tatúan y se perforan partes de su cuerpo sin su consentimiento debido a que no existe una normativa clara. Pedro Núñez Morgades, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, considera que no es sencillo delimitar a partir de qué edad de puede considerar a un menor lo suficientemente maduro como para someterse a este tipo de prácticas. Por ahora, sólo el Gobierno balear prepara un decreto para exigir un permiso paterno a aquellos menores que tengan intención de realizarse un tatuaje o un piercing.
Pero, al margen de la edad, el mayor problema radica en las tiendas donde se realizan. Sólo en Madrid, un 83% de los locales en los que se realizan han sido denunciados. Así, tan sólo 10 de los 60 negocios consiguieron superar las inspecciones, centradas sobre todo en que el material utilizado sea de un solo uso y en que los adornos utilizados estén realizados a base de oro, titanio o acero quirúrgico inoxidable, los materiales autorizados. De lo contrario, se prepara un caldo de cultivo propicio para la aparición de infecciones.
Y es que uno de los principales riesgos sobre todo de los piercings está en las posibilidades de infección y en la inflamación que pueden producir. Si se realiza en la boca, por ejemplo, es muy importante que la persona mantenga una minuciosa higiene bucal, haciendo enjuagues dos o tres veces diarias con algún antiséptico bucal. En ocasiones, la infección es inevitable y, entonces, hay que recurrir a tratamiento antibiótico o a la retirada del piercing. En el caso de producirse una infección sería necesario retirarlo y tratar con antibióticos, pues, si no se quita el adorno, las posibilidades de curación serían mucho menores. De hecho, los problemas relacionados con los piercings cada vez son más frecuentes en las urgencias de los hospitales de toda España, debido a infecciones leves, alergias, hemorragias o picores.
Por todo ello, es fundamental apuntarse a esta tendencia de moda tomando precauciones, poniéndose en manos de un profesional cualificado que nos garantice la utilización de instrumental y las condiciones higiénicas adecuadas y que haga uso del material apropiado para estos casos.