La piedra, ¿otro material a contemplar?
Mármol, granito, calizas, areniscas, pizarra… existen muchas variedades de piedra, un biomaterial, aunque no es renovable y, por tanto, tiene un mayor impacto ecológico. En todo caso, si se aplica, “siempre es mejor si procede de una cantera cercana y cuenta con un plan de recuperación del territorio y con un reducido consumo de agua, porque el corte de piedra tiene ese gran problema, por encima incluso que su transporte”, explica la arquitecta.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que, pese a no tratarse de material renovable, la piedra es respetuosa con la salud de las personas y dispone de una elevada durabilidad, de este modo, su reposición es mínima al contar con una larga vida útil.
Asimismo debes tomar en consideración qué capa de protección se aplica a este material poroso, porque son perjudiciales los que incorporan tóxicos volátiles (los COVs, por las siglas de Compuestos Orgánicos Volátiles).
Los materiales de nueva generación, como la piedra sinterizada, son alternativas que reducen el impacto medioambiental en el territorio, pero tampoco libres de emisiones de carbono en sus procesos de fabricación.
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