La villa, que se alza en una parcela de 2.350 metros cuadrados, se compone de una planta inferior destinada a zona de día, y una planta superior, donde su ubican los dormitorios, destinada la zona de descanso. El mármol blanco pulido reviste todos los suelos, de manera que contribuye a ‘atrapar’ la brillante luz que caracteriza a la costa mediterránea.
© Estudio de interiorismo Laura Yerpes