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Marco Piva es el artífice de esta preciosa y amplia vivienda situada en el centro del barrio de Fiera, en una zona histórica de Milán. Ha sido el encargado de aunar decoración contemporánea con las antigüedades familiares.

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En la entrada destaca una pared de yeso situada frente a la ventana, con retroiluminación, que contrasta con la fuente de luz natural.
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En el salón, un elemento importante son las dos lámparas colgantes, caracterizadas por un descenso de las esferas de vidrio soplado en el que se coloca la fuente de luz.
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Una solución interesante para el salón fue la colocación de una puerta corredera que divide el espacio cuando es necesario, creando una zona reservada para escuchar música o ver la televisión.
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Una de las lámparas de suspensión se sitúa sobre la mesa ovalada del comedor; la otra, circular, sobre el área de conversación, que no es la misma zona que la televisión.
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La cocina tenía un papel clave en el diseño por el interés de los dueños de la casa en la gastronomía.
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Las habitaciones han sido diseñadas como si fueran una suite de hotel, con áreas separadas para el armario y baño privado. En la imagen, el dormitorio principal.

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La vivienda cuenta con un dormitorio principal, uno individual (en la imagen), el de servicio y uno de invitados.

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La vivienda tiene en total cuatro baños, de diferentes tamaños y decorados y organizados de forma individual. El baño del dormitorio principal cuenta con una bañera de hidromasaje que es también ducha.
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Las terrazas tienen un papel muy importante en el proyecto, ya que suponen un espacio muy amplio. La que da a la sala de estar ha sido diseñada para ser utilizada como un área de conversación.
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En la zona pegada al dormitorio de la otra terraza, se decidió dar un aspecto —y un uso— un poco más íntimo y privado.
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