Casas con espíritu marinero
Fresco, luminoso y lleno de optimismo, este estilo atemporal ‘atrapa’ la belleza y la inmensidad del mar y la calidez de la arena de la playa. Déjate seducir por sus ambientes equilibrados con cierto aire 'hippy'
Nos encanta en las habitaciones, sobre todo en las infantiles, pero también nos enamora en los salones de las viviendas cercanas a la costa. Puedes apostar por un look marítimo total para la casa o darle solo un cierto aire a través de pequeños detalles como un cuadro, unos cojines o un centro de mesa. Estas son las claves para conseguirlo.
Azul, como el mar, azul
Está claro, si el mar es su inspiración, el azul (en sus distintas gamas) es su color. Podemos encontrarlo en piezas principales (un sofá, por ejemplo), pero lo normal es que sean los detalles, complementos y telas las que pongan su pincelada de esta tonalidad. Y como compañero de viaje, el azul más marinero va siempre acompañado del blanco. La combinación de ambos es clave para reproducir este look. Lo encontramos en cojines, ropa de cama, cortinas, una mesita pintada…
Las rayas bicolores serán uno de los recursos más empleados para conseguirlo, delgadas o finas y jugando con las intensidades de azules, las encontramos en la ropa de cama, pero también en los cojines del salón o las cortinas. Prueba a dar a este universo a rayas una pincelada de rojo y tendrás un conjunto armónico, muy juvenil.
Pero el look marinero no ve solo en azul y blanco. A su lado, podemos encontrar, también, arenas, que nos trasladan directamente a la playa, o verdes, que nos hacen pensar en aguas profundas y peces de colores.
La luz, tu mejor aliada
Una casa de este estilo debe estar llena de luz en todas sus estancias. La luz natural se cuela a través de las ventanas, los grandes ventanales se convierten en verdaderos aliados del interiorismo, y llega a todos los rincones. Por este motivo, debemos optar por cortinas de tejidos frescos (linos y algodones) y en colores claros, que permitan el paso de la luz natural. Otra opción, sólo apto para aquellos que no teman el sol ni las miradas indiscretas es desnudar las ventanas y prescindir hasta de visillos.
Asimismo, debemos apostar por puertas correderas, tabiques de cristal, arcos y todo tipo de soluciones que permitan que la luz circule libremente por las habitaciones. Las paredes, of course, en blanco impoluto nos ayudarán a reflejar y a potenciar la luminosidad de los espacios. Y si no temes al white, anímate a suelos de madera pintada en blanco.
Más madera… En tonos claros
Al tratarse de un estilo decorativo natural, la madera, especialmente la de tonalidades claras (haya, fresno, pino…), se convierte en el material principal de los espacios ‘tomando’ las distintas piezas del mobiliario y convirtiéndose, así, en el complemento perfecto. Llena de posibilidades, se fusiona con el dúo cromático azul-blanco, logrando imprimir a los ambientes calidez y armonía.
Otra opción es elegir madera pintada de blanco o decapada en blanco y darle así un toque romántico y personal a tus espacios.
Las fibras naturales, como el mimbre, son también una alternativa perfecta en estos ambientes marineros. Desde un silloncito en un rincón de lectura hasta un cesto junto la chimenea, un revistero al lado del sofá… No lo dudes y apuesta por lo natural.
Complementos 'top'
Por supuesto, no pueden faltar elementos náuticos, como conchas, estrellas de mar, nudos, piezas desgastadas… Eso sí, no se trata de crear una decoración llena de objetos ni de que tu habitación parezca el camarote de un crucero, sino de dar pinceladas náuticas, que sirvan de inspiración, que nos permitan ‘respirar’ a mar y playa en nuestro salón.
Una variante de este estilo puedes encontrarlo en el look surf, en el que lo marinero se sustituye por piezas playeras y en el que las telas y los motivos suben de intensidad. Un aire boho chic, lleno de encanto, que te traslada directamente a las playas de Tarifa.