Este verano... ¡móntate un oasis alrededor de la piscina!
La piscina se convierte en ese espacio donde desconectar del estrés. Un diseño y un mobiliario adecuado te permitirán convertirla en tu 'refugio-spa'
Darte un chapuzón después del trabajo, recargar el cuerpo de vitamina D, leer un libro sin el sonido de la televisión de fondo, una siesta la tarde del domingo… La zona de la piscina debe ser una invitación al relax. Un lugar donde se aparcan los problemas antes de entrar para dejarse llevar por la calma y la quietud del ambiente.
Para convertirla en ese oasis, déjate seducir por la filosofía slow life, creando en esta zona de tu jardín, un lugar equilibrado, donde la vida parece detenerse. Sencillez y comunicación con el entorno son dos de los principios a la hora de llevar a cabo su decoración. Olvídate de llenarlo de muebles y objetos, de extravagancias que ocupan, pero no aportan nada. Sé precavido en el número elementos y procura que formen parte del ambiente que les rodea.
Necesitas que sea un espacio cómodo, que al salir del agua, no choques con una tumbona colocada de cualquier forma. Por eso, planifica según las dimensiones y las necesidades, no es lo mismo tener niños que vivir solo, por ejemplo. Procura siempre que tenga un rincón de sombra, bien con una pérgola o con una sombrilla, que te proteja de los rayos solares en las horas más peligrosas del día.
Si puedes, crea zonas: solárium, estar, chill out, infantil… Y no descuides detalles como la elección del pavimento (madera, césped artificial, barro…) te ayudarán bien a delimitarla visualmente, bien a integrarla en el entorno de una forma natural.
Vestida para el relax
Si bien es cierto que puede tener muchos usos, convertirla en un reducto de paz es, quizás, su principal razón de ser. Las tumbonas, los sofás y, sobre todo, las camas son las piezas que te ayudarán a conseguirlo. Deben ser elementos cómodos, ideales tanto para tomar el sol, como para leer un libro o dormir una siesta exprés.
Apuesta por los materiales naturales (o los sintéticos disfrazados de naturales), los colores claros y las telas apetecibles. Además, tienen que ser resistentes y soportar condiciones y temperaturas extremas. No sólo han de ser bonitos sino fuertes y duraderos.
Con estilo propio
Al tratarse de un refugio, debe reflejar tu forma y estilo de vida. Minimalista y con piezas de diseño, con cierto aire hippie, que evoca a un chill out en Ibiza, o con un toque rustico chic, al estilo de las casas de la Toscana. A la hora de decorarlo, sólo necesitas sentido común y alguna dosis de originalidad.
Piensa que este espacio es menos convencional estilísticamente hablando, menos estático, por lo que te permite jugar e improvisar una cama de exterior, por ejemplo, simplemente con un colchón usado y una tela bonita.
Suma una estancia a tu casa
Y siempre que las dimensiones te lo permitan, convierte la zona que rodea la piscina en otra estancia más de la casa. Súmala al interior y no la veas sólo como el lugar donde darte un baño.
Puedes convertirla en un estar, perfecto para veladas que se alargan, o en el lugar ideal para celebrar una pequeña fiesta con amigos, incluso en un comedor al aire libre para los desayunos tardíos de fin de semana. Elementos como las pérgolas te ayudarán mucho a lograr que tenga vida propia.