Decoración a todo color
Cómo jugar con los tonos más atrevidos del pantone sin caer en el exceso. El blanco ha muerto, larga vida al verde, amarillo…
Los colores dan un sentido especial a cada ambiente, le llenan de personalidad y luz. Eso sí, la clave está en el equilibrio. Aprende cómo usarlos, para que tus ambientes ‘recarguen’ las pilas, sin excesos cromáticos que hagan daño a la vista; ni combinaciones imposibles, que echen por tierra cualquier atisbo de buen gusto.
Universo parchís
El verde y el amarillo son, sin duda, dos de los colores más usados en decoración esta temporada. El verde es protagonista absoluto de esta edición de Casa Decor. Desde el esmeralda al turquesa, pasando por el aguamarina y el celadón. En liso o en estampados de clara inspiración tropical, hay pocos ambientes que se hayan resistido a sus encantos.
A su lado, el amarillo Minion (esos simpáticos muñecos de la película 'Gru. Mi villano favorito'), nueva tonalidad incorporada al Pantone, al que define como iluminador, energético, amistoso y amante de la diversión. Toda una declaración de principios.
Y todo ello sin olvidar el resto de colores vibrantes, como el rojo, el azul o el rosa. Tonalidades llenas de fuerza visual, impactantes y con un fuerte carácter, que ponen la nota más vitalista a nuestra casa.
Un mundo de sensaciones
A través del color, podemos traer el buen tiempo a nuestras estancias, transmitir vitalidad, iluminar los rincones más oscuros... Es un factor clave a la hora de diseñar un espacio. Los colores más alegres llenan de energía positiva cualquier habitación, pero si las dimensiones no acompañan, procura limitarlos a pinceladas decorativas en elementos decorativos más pequeños (lámparas, cojines, etc).
Pinceladas en la pared
Si las paredes están pintadas de blanco, todo es mucho más fácil, ya que puedes jugar con elementos decorativos más llamativos y alegres. Si por el contrario, el interior es bastante colorido… ¡Cuidado! No queremos convertir tus estancias en un arcoíris sin sentido. Las paredes de colores, piden a gritos una decoración más sobria y sencilla.
Y si te da miedo dar la nota, apuesta por los tonos pastel, ya que ponen una nota de color, sin estridencia, creando atmósferas románticas y dulces. Puedes darles todo el protagonismo o usarlos como secundarios para vestir tus paredes e introducir tonalidades vibrantes en alguna de tus piezas.
En piezas grandes o en elementos decorativos
Crea combinaciones que funcionan y son capaces de crear atmósferas llenas de vida y optimismo, pero equilibradas. Si un sofá en un color llamativo preside tu salón, busca el contraste con el resto de elementos. Apuesta por una ‘caja’ blanca, que le permita ‘respirar’ y destacar, juega con complementos textiles en tonalidades menos intensas del mismo color, busca aliados en la madera y en los muebles pintados de blanco, etc. Mientras que si sólo pretendes dar una nota veraniega a tu decoración, apuesta por incluir el color a través de los textiles y los pequeños elementos decorativos.
Cuidado con las mezclas. Hay uniones que funcionan, rosa y amarillo, por ejemplo, pero hay otras (verde y rosa), que se hacen complicadas de digerir visualmente. Si tienes duda, emplea el sentido común y piensa si tú saldrías a la calle vestido en esos tonos.
Aliados camaleónicos
Los tonos intensos son versátiles, por lo que pueden adaptarse a distintos estilos decorativos. Desde un industrial sin complejos hasta un look ecléctico, libre y fiel seguidor del rojo, hasta un shabby chic, con colores en intensidades más suaves, o un moderno con personalidad. ¡Poder visual!
Para atrevidos, más clásicos o sin complejos, los colores vibrantes son tus aliados, sea cual sea tu estilo. Atrévete y dale a tu casa el toque de color más alegre y vitalista.