¿Te gusta el estilo nórdico? Guía para decorar tu casa siguiendo esta tendencia
Líneas rectas y sencillas, colores claros y luminosos, viviendas diáfanas y nada recargadas… Estas son algunas de las claves para darle un aire diferente a tu hogar
El estilo nórdico se ha introducido en nuestras vidas —y sobre todo en nuestros hogares— con gran ímpetu. Tanto es así que desde hace más de una década, parece que no deja de estar de moda. Se ha convertido en una tendencia constante.
Este estilo decorativo nació a comienzos del siglo XX en los países del norte de Europa: Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca. Es decir, lugares en los que la mayor parte del año apenas hay luz natural, y los inviernos son largos y duros. Aunque, desde entonces hasta ahora, el estilo se ha ido depurando, algunas de sus claves son las que popularizó el diseñador sueco Carlo Larsson.
La principal razón de esta continuidad tiene que ver con que las características de este estilo nacieron para combatir esa falta de luz. Por eso, los colores que dominan son claros. Mireia Pla, de MIV Interiores lo define así: “La luminosidad de las estancias son esenciales en este estilo. De ahí la tendencia del blanco puro en paredes y muebles; e incluso en suelos”.
Eso no quiere decir que el color esté descartado. “La nota de color siempre se añade en cojines, mantas, colchas, objetos de decoración y cuadros. Porque para los muebles también se eligen tonos neutros como el blanco. Y maderas como la paulownia, el haya o el abedul”, comenta Mireia.
Otra de las claves de este estilo: la naturaleza como recurso decorativo. De modo que los materiales y las texturas provienen de la naturaleza. La madera es, sin lugar a dudas, el elemento estrella para la fabricación de muebles. Y, sobre todo, en colores claros, naturales. En cuanto a los textiles se utilizan tejidos naturales como el lino, el algodón, la lana. No tienen por qué ser lisos, se llevan las rayas, los cuadros y las flores y hojas —de nuevo, lo natural—, pero el fondo es siempre claro.
Por lo que se refiere a las piezas de mobiliario, reina la sencillez, las líneas rectas, depuradas, que se combinan con suaves curvas. El objetivo es conseguir un aspecto limpio, espacioso. Y combinar a la perfección dos de los elementos esenciales en decoración: estética y sentido práctico. Olvídate del barroquismo y de colocar adornos porque sí y en cada esquina.
Hasta aquí, las bases del estilo nórdico que nos acompaña desde hace unos 100 años. Pero no te engañes, también este estilo ‘sufre’ —o disfruta— de cambios y tendencias. Para contárnoslas hemos recurrido a Jordi Martin, responsable y fundador de la web nordicthink, especializada en decoración de inspiración nórdica contemporánea.
Jordi apunta a la aparición de “dos materiales muy novedosos: el cobre y el latón”. Sobre todo en pequeños detalles decorativos, como lámparas o centros de mesa. “También ha surgido el uso del mármol en complementos, sobre todo si es de color blanco tipo Carrara”.
Si miramos atentamente espacios inspirados en el estilo escandinavo, veremos cómo suelen mezclarse con gran acierto con piezas con un claro toque vintage, incluso con aspecto de haber sido recuperadas en un mercadillo, de segunda mano. Viejos muebles de estilo industrial, en los que se combina el hierro y la madera algo tosca, sin tratar. O piezas de antiguos oficios. Pero también se combinan con clásicas piezas de diseño. Ahí va un ejemplo: la estrella para cualquier comedor que se precie de ser nórdico son las 'Eames Plastic Chair'.
Terminamos con una última pista, perfecta para hogares algo más juveniles. La descontextualización de las piezas. Esto es, destinar muebles u objetos a usos no habituales. Las maletas como cajas de almacenamiento a la vista o mesas auxiliares; lámparas de oficina como luminarias de noche; palés a modo de mesa o de cabecero… La imaginación hará el resto.
Más información:
www.ikea.com/es/es/preindex.html
www.mivinteriores.com
es.nordicthink.com