El propio interiorista Iván Cotado afirma que el lema de este proyecto podría ser ‘todo con menos’: “Menos superficie, menos materiales, menos acabados, menos mobiliario… y más versatilidad, más aprovechamiento, más sostenibilidad, luz, funcionalidad y diversión”. Claro que este resumen se entiende fácilmente cuando se explica que se trata de un apartamento de tan solo cincuenta y cinco metros cuadrados.
A pesar de contar con un espacio tan ajustado, Cotado consiguió para esta vivienda todo lo que los propietarios necesitaban: dos dormitorios, un comedor con capacidad para más de 10 comensales, un amplio salón con chimenea de bioetanol, una pequeña zona de estudio, una cómoda cocina independiente, un cuarto de baño y un aseo de cortesía. Y aprovechando al máximo el espacio de que se disponía, se consiguió en la azotea una espectacular terraza con vistas a la bahía de Riazor y la Torre de Hércules. Probablemente has adivinado que este apartamento se sitúa en La Coruña.
“Los propietarios querían un piso con una gran terraza, un espacio para disfrutar más que para vivir, pero el presupuesto era ajustado”, así que optaron por una casa sin rematar, un espacio reducido y vacío. La idea era que el diseño interior hiciera el resto, con ayuda del estudio de Iván Cotado, que ha seguido la filosofía: “No hay espacios reducidos sino mal aprovechados”.
Un banco y un mesado corrido en madera de roble blanqueado conforman un cómodo comedor y una coqueta zona de estudio o despacho. Una gran mampara de cristal abre el espacio a la cocina y permite la entada de luz natural, protagonista de este proyecto —“no hay herramienta más preciada para un interiorista que la luz”—. Pero al mismo tiempo permite que se cierre en el momento de uso, de modo que los humos y olores no tienen por qué salir de la cocina.
Un pasillo muy bien aprovechado conduce al dormitorio principal. Es abuhardillado, pero no le falta detalle. Se ha conseguido con soluciones que amplían la luz y el espacio visual. Como los espejos fumé, que reflejan e iluminan cada rincón de la casa. O el estudio cromático de corte aséptico y neutro, sin estridencias. También contribuye la ausencia de obstáculos prescindibles, que posibilitan “una amplitud sensorial sorprendente para un espacio reducido y abuhardillado”, comenta Cotado.
También para los cuartos de baño se ha buscado una solución original, muy pensada, para estrujar el espacio y conseguir nada menos que dos baños: se ha independizado el inodoro y comparte la ducha, logrando dos baños completos en menos de cinco metros cuadrados. En cuanto a la necesidad de almacenamiento, se resuelve con armarios ‘ocultos’ de suelo a techo a lo largo del pasillo. Fabricados en el mismo material y acabado —MDF negro teñido— que el mobiliario y las puertas, que en realidad son paneles de suelo a techo.
Corona el diseño una envidiable terraza en la azotea del edificio. Nada menos que cuarenta metros cuadrados preparados para el disfrute: vegetación y plantas aromáticas para cocinar; una bañera con vistas a Riazor; una pequeña zona de cocina; asientos y cojines de colores y una gran mesa para celebraciones. Una curiosidad de esta zona: cuenta con una mesa retroiluminada en la que funciona a modo de tragaluz y traslada la luz natural a los baños. El efecto es sorprendente.
Más información:
www.ivancotado.es