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Estamos a un par de días de la Nochebuena. Y es posible que aún no te hayas planteado que vas a tener invitados a comer o cenar en casa. Son fechas para recibir, pero también para dar. Y un buen banquete es algo muy grato para compartir.
Claro que en estas fechas en las que el entorno es parte esencial, has de tener más en cuenta que nunca el ‘decorado’ de la mesa. No sólo el contenido de los platos, sino el continente. Y has de empezar por lo más esencial, es decir, planteándote qué quieres transmitir. Qué clase de mesa vas a querer presentar. Porque cada año hay más posibilidades… y nuevas tendencias.
Así que no vale eso de ir apañando cada cosa que tienes y montar una miscelánea. Has de organizarlo de manera global. Es una buena idea plantearse —para empezar— a qué quieres darle protagonismo. Según lo que tengas y lo que te quieras gastar, puedes apostar por un mantel llamativo y profusamente adornado; una vajilla espectacular con ilustraciones de algún color llamativo; una cristalería labrada, de auténtico lujo, de esas que no pasan desapercibidas; o una decoración a base de velas y bolas de Navidad que deje bien claro dónde y en qué época nos encontramos…
Lo que creemos es que no debes tratar de colocarlo todo a la vez. Quedará deslumbrante, demasiado barroco, incluso con poco gusto. Del mismo modo, no es necesario —aunque puedes apostar por ello— que todos los elementos de la mesa sean navideños. Si quieres un mantel muy navideño, la vajilla puede ser blanca.
En cuanto a los colores, la tendencia tiene mucho que decir —pero no todo, no te preocupes—. Este año hemos visto varias propuestas de mesas decoradas en plateado, siguiendo la estela de los abetos navideños. En ese caso, trata de colocar un mantel claro y liso, blanco o gris perla. La vajilla, en blanco con pequeños detalles en plata. Y, por supuesto, al menos un par de candelabros colocados estratégicamente a lo largo de la mesa, del mismo color.
Seguimos con los metales, porque el dorado sigue siendo el ‘rey de la mesa en Navidad’. Del mismo modo, te aconsejamos un mantel discreto para apoyar la decoración en detalles decorativos: estrellas, bolas, velas… Completa el conjunto con una vajilla con un viso dorado y bajoplatos del mismo color. Para las copas, vas a encontrar con facilidad transparentes con un ligero filo oro.
Si eres muy tradicional —y tienes niños en casa— dale un toque de color a la mesa. Acertarás con la combinación rojo-blanco y añadiendo un poco de verde. Puedes apostar por un mantel en el que habiten algunos Santa Claus —a los peques les encantan y son muy navideños—, y añade un poco de seriedad con una vajilla blanca. Sencilla, elegante, pero que seguro que ya tienes en casa. Otra opción es hacer lo contrario y lanzarte a un mantel blanco con detalles rojos y unos platos que recuerden la Navidad.
No podemos dejar de recomendar la otra gran tendencia de la temporada: el ambiente rústico. No coloques mantel, sí quizás individuales o caminos de mesa en tonos ocres y marrón chocolate. Y no te preocupes si cada plato es diferente, al más puro estilo vintage, que cuadra tan bien con lo rural, lo de casa de la abuela del pueblo. Eso sí, la mesa ha de ir adornada con bonitos jarrones, palmatorias y detalles decorativos que parezcan artesanales.
También hemos visto en varias mesas este año la idea de incorporar ‘verde natural’ a la mesa. Por ejemplo, con una amplio centro de mesa con flores y plantas naturales. A nosotros también nos gusta mucho el efecto que tiene el musgo si colocamos una vela en medio. O incluso unas ramas de abeto o de acebo en un jarrón de cristal creado con un bote reciclado. Lo importante es que planees cada cosa con ilusión, con muchas ganas y con todo el espíritu navideño del que puedas hacer gala.
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