Abetos, belenes, coronas... mil y un detalles para decorar tu casa en Navidad
El árbol, las coronas, los centros de mesa, los espumillones y guirnaldas y los insustituibles belenes. Son muchos los rincones que has de decorar en casa esta Navidad. Te decimos cómo puedes hacerlo para que quede perfecto
En las últimas semanas te hemos hablado en numerosas ocasiones de la Navidad y su enternecedora decoración. Porque en este momento es completamente prioritario. Alejandra Pombo nos ha dado algunas claves; y Esther Sánchez Lastra nos ha hablado de las tendencias que triunfan esta temporada navideña.
Nosotros queremos además darte algunos consejos para montar el abeto navideño. Porque, en efecto, nunca nos queda como las imágenes que vemos en los escaparates, revistas y catálogos de decoración. No te preocupes, es un mal muy común. Con los trucos que te vamos a dar, quizás no consigas una réplica de esos árboles tan increíbles, pero sí que se le parezca bastante.
Para empezar, ten en cuenta que a la hora de montar el árbol, has de abrir las ramas de abajo a arriba. Una vez abierto, has de colocar, en primer lugar, las luces —si son LED, te aguantarán más tiempo y ahorrarás energía—. Pero recuerda: comienza arriba y ve bajando, rodeando el árbol y dejando líneas libres si las piezas son voluminosas.
Ya puedes ir colgando los adornos y bolas de las ramas. Un truco: colócalas según su tamaño. Arriba las más pequeñas; abajo las de mayor tamaño. Cuando esté todo colocado, sitúa la estrella en la punta superior. Puedes encontrar tops de abeto con esta forma. Y pon el faldón a los pies, para cubrir las patas —suelen ser metálicas, muy feas—. Es en ese lugar donde probablemente Papa Nöel y los Reyes Magos dejen sus regalos.
Ya tienes una buena parte del trabajo hecho. Pero no todo. Y es que la decoración navideña no se limita al árbol. Nosotros abogamos porque toda la casa exhale ese espíritu navideño que tanto nos gusta. Así que, además del abeto, te sugerimos que coloques, por ejemplo, pequeños árboles adicionales colocados en coquetos rincones. O en el recibidor de casa. Nos gustan mucho los que tienen un aspecto algo rústico, hechos con ramitas. Algunos llevan las luces incorporadas.
Los espumillones sobre la chimenea o la mesa de la televisión son también un imprescindible. Ya sabes, tienes los de ‘toda la vida’, en montones de colores (a nosotros nos gustan plateados). Pero además cuentas con algunas novedades realmente bonitas y elegantes a base de ramas, piñas, corazones de fieltro o incluso casitas y cascabeles.
Los mismos materiales que puede emplear para fabricar —los tienes hechos monísimos si lo tuyo no son los trabajos manuales— una corona para colocar en la entrada de casa. O en la mesa del comedor, a modo de centro.
Además coloca en una mesa auxiliar pequeños detalles navideños. Por ejemplo, candelabros o palmatorias con estampados en rojo y blanco con una vela en su interior. Nos gusta mucho la idea de montar un pueblito invernal a base de casitas de metal o de cerámica —según donde las compres, las tienes de varios materiales—.
Vas a encontrarlas muy completas, con norias, pistas de patinaje y simpáticos Santa Claus —algunos de ellos, con movimiento—. En algunos casos, incluso puedes elaborar tú las casitas empleando harina, azúcar y huevos y un molde de galletas adecuado. ¡En este caso, lo más complicado será que permanezcan intactas hasta los días de Navidad!
Y, por supuesto, no te olvides del Belén. Vale que cada vez se pone menos —el árbol gana adeptos cada año—. Pero a los peques de la casa les gusta mucho. Y a los mayores, también. Porque es una tradición muy antigua. Se remonta al siglo XIII, en concreto a la Nochebuena de 1223 y fue instaurada por San Francisco de Asís.
Tienes opciones de lo más variadas. De las clásicas figuras de cerámica que encontrarás en los mercadillos de las grandes ciudades y podrás completar cada año. A las realizadas con muñecos con los que los niños podrán jugar. Los que tengan problemas de espacio, pueden encontrar belenes compactos, de madera, barro o incluso tela. La guinda del pastel decorativo puede ponerla un auténtico aroma navideño. Lo consigues con velas aromáticas que, de paso, le dan un ambiente y una luz muy evocadora.