No vamos a descubrir nada nuevo si te hablamos de lo importante que es la iluminación en decoración. Lo que puedes conseguir colocando las luminarias en el lugar perfecto. Y con el tipo de luz adecuada. Porque, como decía en esta misma sección la interiorista Alicia Mesa, “con una mala iluminación puedes destruir el proyecto más elaborado. Del mismo modo, una buena iluminación realza hasta el resultado más básico”.
Vamos, que nada de colocar las luces donde caigan. Eso es algo que debes tener en cuenta a la hora de iluminar cualquier parte dela casa. Pero sobre todo el salón comedor. Somos conscientes de que las dudas son más frecuentes de lo que nos gustaría. Y para resolverlas hemos querido consultar con una experta en iluminación, Isabel Almerich, de Almerich Iluminación.
Ella lo tiene claro, para empezar, “no se debe perder de vista la función de cada luminaria, pero teniendo en cuenta la decoración y el estilo de nuestro hogar. Es importante no perder nunca nuestra identidad”. Es decir, que no es recomendable dejarse llevar por las modas.
Quizás la mayor dificultad de iluminar esta zona de la casa es que tiene varias funciones. Isabel lo explica así: “Es el lugar de la casa donde nos reunimos con amigos y familia; pero a veces también puede ser un lugar de trabajo; y, por supuesto, de relax…”. Por eso, debemos tratar de que la luz sea “la adecuada para cada uno de los momentos. Debe crear un ambiente confortable”. Con estas dos premisas podemos ponernos manos a la obra. Lo primero que hemos de tener clara es la distribución del espacio, “teniendo en cuenta la situación de los puntos de luz y nuestras necesidades”.
Una vez sepamos esto, podemos empezar por el comedor, donde “no faltará la lámpara de suspensión, que se coloca encima de la mesa. Según la medida y forma de la mesa la elegiremos redonda, rectangular u ovalada, extensible o fija”. Las posibilidades son infinitas.
En el salón es imprescindible “una lámpara de pie. Se consigue una luz indirecta que deberemos encender cuando no haya luz natural, para poder movernos por la estancia sin tropezar”. Si es de esas que permite regular la intensidad de la luz, mejor. “En la zona de los sofás, sobre la mesa de centro se instalará un colgante o plafón”. Eso sí, Isabel recomienda que sea suficientemente potente para iluminar toda la zona. “Ésta tiene un papel secundario en la escena, pero ha de ser suficientemente potente para iluminarla”.
Normalmente al lado del sofá o entre dos sofás hay una mesa de rincón. Ahí “colocaremos una lámpara de sobremesa. En caso de que tengas una sofá rinconera o una chaise longue se puede optar por una lámpara con electrificación a techo, que no necesita apoyo en suelo ni mesa y siempre va bien para acompañar la lectura o cualquier otra actividad en la que necesitamos una luz puntual”. Una solución de lo más práctica.
Almerich apunta la opción de jugar con la simetría y la repetición, y así dotar de mayor personalidad y estética a la decoración de nuestro hogar: “Está demostrado que la simetría en algún punto, sin abusar, da fuerza y nos atrae. Por ejemplo dos lámpara no muy grandes en la mesa de comedor, dos pies de salón estrechos uno a cada lado de un sofá. O dos lámparas de mesa sobre dos mesas gemelas”.
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