Trucos de decoración: El arte de pintar las paredes para conseguir espacios más amplios, luminosos y bonitos
No subestimes el poder de la pintura en tus paredes, su color y textura. Si estás pensando en pintar tu casa, toma nota de las recomendaciones que hacen los expertos en esta materia
Si estás leyendo estas líneas quizás sea porque vayas a pintar tu casa. Por fin vas a lanzarte a darle esa manita de pintura que tanto necesita. De paso, conseguirás que cambie de apariencia por poco dinero. O tal vez te hayas comprado una casa nueva o te vayas a un piso de alquiler. Y te estás planteando cómo ponerla a tu gusto.
Por que si bien es cierto que los muebles son como las prendas de vestir de tu hogar. Los que marcan el estilo, la personalidad y el look de tu casa, el color y la textura que le des a sus paredes son algo así como el alma de tu casa. Un lienzo sobre el que pintar. Por eso te recomendamos que no subestimes el poder de la pintura.
Y es que, además de renovar el aspecto de la casa, conseguirás efectos sorprendentes. Claro que eso es algo sobre lo que no todos sabemos. Tanto es así que hemos querido preguntarle a expertos en la materia para que te pongan sobre la pista de lo que es mejor para tu casa, según las características que ésta tenga.
Los profesionales de Akí nos han dado una serie de buenos trucos. Por ejemplo, para disimular defectos en las paredes recomiendan “usar los efectos texturados. El más extendido es el relieve (el tan popular gotelé), pero existen otras formas de aplicar el temple como el peinado, el arrastrado o el arrugado”. Claro que hoy en día nadie quiere gotelé en su casa. Así que si tienes que disimular paredes irregulares, grietas o desconchados, también se puede recurrir a los “efectos de color en el que se aplican técnicas como el veteado (en el que se utiliza un veteador de goma), el trapeado (se usa un trapo) o el esponjado (una esponja aplicada en pequeños toques)”.
Por el contrario, si lo que quieres es disimular el gotelé porque no te puedes permitir alisar las paredes, “lo mejor es utilizar una pintura blanca muy mate. El brillo resalta la gota. Otra opción es cubrirlo con un plaste cubregotelé (una masa hecha de yeso y agua de cola) y convertirlo en una pared lisa. Existen en el mercado plastes fáciles de aplicar con rodillo y con unos resultados muy satisfactorios”, comentan los encargados de pintura de Akí.
En los últimos tiempos hemos visto cómo la tendencia de pintar una estancia en más de un tono está en auge. Quizás porque “se consigue dar a los espacios un efecto de mayor profundidad, además de crear un contraste que elimina la monotonía cromática.”
En el dormitorio, por ejemplo, es aconsejable que la pared más oscura sea la que menos luz recibe, la que quede detrás del cabecero de la cama. De esta manera al recibir mayor luz las paredes pintadas en tonos más claros tendremos una mayor sensación de amplitud. Sin embargo, en los salones, “el uso de dos tonos se utilizará para separar ambientes”.
Una de las zonas de la casa que más dudas suscita son los pasillos, porque suelen ser alargados, estrechos y oscuros. La respuesta es clara: “Lo ideal es pintar las paredes laterales en colores claros y los fondos con colores oscuros. También pueden usarse papeles pintados con rayas verticales anchas”.
Pero aún hay más factores que tener en cuenta. Lo cuenta Marta Guiu, experta en Decoración de Bruguer: “Al escoger la pared a la que daremos más protagonismo con un color llamativo se debe tener en cuenta qué tipo de pared es. Es interesante buscar aquella que tengamos más despejada, con menos muebles y con el menor número de puertas y ventanas, para evitar que nos quede a retales. Por otro lado, hay que tener en cuenta por dónde entra la luz. Es interesante que la pared a destacar quede perpendicular a la luz para crear un efecto de profundidad”.
Un último truco: “En casas donde hay techos altos, a veces queremos dar sensación de que son más bajos para conseguir una habitación más acogedora. Lo conseguiremos pintando el techo de un tono más oscuro al de las paredes. Para el efecto inverso se pinta el techo en blanco y las paredes de un color más subido”.