Hay estilos decorativos que siempre están de moda. Tendencias que van y vienen cada cierto tiempo… Y algunas que siempre están presentes, en mayor o menor medida. Una de esas tendencias, uno de estos estilos que nunca pasan de moda es el colonial.
Es fácil encontrar tiendas especializadas en este tipo de mobiliario. Y también lo es encontrar razones para emplearlo en la decoración de casa. Nosotros le hemos preguntado a la interiorista Marisa Gutiérrez. Para ella una de las claves es que “se trata de un estilo muy apreciado por la calidez que aporta tanto a espacios grandes como pequeños”.
Tanto es así que habitualmente se emplea madera en tonos oscuros. Pero esta tendencia está cambiando. Marisa Gutiérrez: “también encontramos hoy en día muebles coloniales de colores claros, incluso en blanco roto”, por lo que aún es más sencillo de coordinarlo.
Pero lo primero que nos planteamos es de dónde procede este tipo de mobiliario. La respuesta es sencilla: se inspira en los muebles que se usaban en las antiguas colonias de los países europeos: Francia, Inglaterra, Alemania. Por eso tiene ese toque de mezcla de culturas que lo hace tan atractivo. El estilo que la Europa del siglo XIX exportó a sus colonias —de ahí el nombre—, lugares exóticos donde se fabricaban de manera artesanal. ¿Qué más se puede pedir?
Por eso, este tipo de muebles evocan paraísos asiáticos y tropicales. Y porque suelen estar realizados con maderas exóticas como la teka o la caoba. Otro de sus atractivos es que suelen ser piezas de aspecto sólido. Aunque se puede encontrar casi todo tipo de muebles, las más habituales son las vitrinas, las librerías, los biombos, las camas y los aparadores.
Otro aspecto a tener en cuenta son los textiles, tanto cortinas como tapizados. En este sentido, el estilo colonial se caracteriza por el predominio de tejidos como el lino, la rafia o el ratán. Fibras naturales que también suelen ser utilizadas en las alfombras, que contribuyen a dar un toque de calidez a las estancias. ¿Y que pasa con los colores? Pues la paleta cromática predominante son los tonos neutros; así por ejemplo, nos podemos encontrar con el blanco, los tonos ocre o los tierra, aunque también suelen tener cabida colores más vivos como el rojo o, incluso, el verde lima. Estos últimos en el caso de que queramos dar un toque diferente, más contemporáneo y alegre.
Si quieres saber cómo usarlo, la interiorista distingue entre dar un toque a nuestro piso y crear un ambiente cien por cien colonial. En el primer caso, Gutiérrez sugiere “incluir algunas piezas ya que siempre aportan un toque natural”. En el segundo caso, “deberíamos ambientar toda la casa cambiando puertas, suelos y pinturas… transformando la estancia al completo”. En cualquier caso, Marisa opina que este estilo “le va bien a un tipo determinado de casas y hogares. Principalmente las que se ubican en un entorno natural, rústico…”
No obstante, has de tener cuidado a la hora de decorar inspirándote en este estilo porque al ser muebles de aspecto pesado no conviene que recargues la estancia con muchas piezas. Tendrás que elegir entre darles el máximo protagonismo en la estancia o combinarlas con otras de aspecto más ligero.
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