Gala y Dalí vuelven a la Ciudad Condal de la mano del Hotel Vincci Gala Barcelona
Una de las premisas de la decoración del establecimiento ha sido homenajear a la esposa y musa del genial pintor surrealista
Podría parecer que las grandes ciudades españolas están abarrotadas de buenos hoteles. Pero por suerte, siempre hay 'hueco' para alguno más. Así que se inauguran nuevos lugares destinados a viajeros ávidos de buenas sensaciones y excelente decoración.
Uno de los más recientes es el Vincci Gala Barcelona. Su nombre no lleva a engaño: la esposa y musa del pintor surrealista Salvador Dalí es el referente —y no sólo decorativo— de este singular espacio. Porque ella era elegante, discreta y austera. Sin Gala no tendríamos al Dalí que conocemos hoy.
Esa ha sido una de las premisas a la hora de afrontar el proyecto. La otra, la obligatoriedad del departamento de Patrimonio de Barcelona de conservar la fachada y la gran escalera interior de mármol blanco. Porque este establecimiento está ubicado en un antiguo edificio señorial que data del año 1914, en pleno Ensanche. De modo que uno de sus puntos de partida ha sido conciliar los contrastes: lo viejo con lo nuevo, lo discreto con lo extrovertido y lo elegante con lo extravagante.
Y se ha conseguido, por ejemplo, con el uso casi excesivo del color dorado, que se repite en diferentes tonalidades y aplicaciones tanto en el exterior como en el interior del edificio. Así como combinado formas orgánicas, contrastes de oscuro y luminoso y elementos procedentes de los trabajos de Dalí. El material predominante es el metal como contraposición a la piedra y los mármoles de la arquitectura original.
Pero comencemos por la entrada. En el amplio espacio del vestíbulo los juegos de contrastes hacen de nuevo de las suyas gracias a la grandiosa escalera de mármol. En contraposición, el pavimento de mármol Negro Marquina y el techo oscuro; así como una decoración que resalta por lo contemporáneo de su estilo.
En esa misma zona sobrecoge la belleza del atrio de luces que comunica las siete plantas y permite llevar la luz natural al interior del edificio hasta el vestíbulo en planta baja. Líneas de LEDs integradas en los pasamanos de las barandillas bañan cada tramo de las cadenas con luz rasante y dejan brillar las cadenas de aluminio dorado que caen a modo de gran velo.
En las habitaciones, de nuevo el dorado es protagonista. Pero combinado con tonos crudos y grisáceos que, junto con la iluminación indirecta lineal crea un entorno cálido y elegante. Y todo ello marcado por un elemento de madera laminado de color antracita oscura en forma de “Z” que integra cabecero, armario y revestimiento de pared. Entre cada habitación y su baño hay un cerramiento de vidrio laminado, tratado al ácido y con una capa textil en su interior. El objetivo era crear una separación opaca pero texturada y cálida.
Para el estudio que se ha encargado del proyecto de arquitectura e interiorismo, TBI, ha sido esencial la sostenibilidad. De modo que han intentado aprovechar todas las posibilidades para crear un hotel ecológico tanto en los elementos arquitectónicos como en los sistemas de instalaciones.
Más información:
www.vinccihoteles.com
www.teknobau.com
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Uno de los más recientes es el Vincci Gala Barcelona. Su nombre no lleva a engaño: la esposa y musa del pintor surrealista Salvador Dalí es el referente —y no sólo decorativo— de este singular espacio. Porque ella era elegante, discreta y austera. Sin Gala no tendríamos al Dalí que conocemos hoy.
Esa ha sido una de las premisas a la hora de afrontar el proyecto. La otra, la obligatoriedad del departamento de Patrimonio de Barcelona de conservar la fachada y la gran escalera interior de mármol blanco. Porque este establecimiento está ubicado en un antiguo edificio señorial que data del año 1914, en pleno Ensanche. De modo que uno de sus puntos de partida ha sido conciliar los contrastes: lo viejo con lo nuevo, lo discreto con lo extrovertido y lo elegante con lo extravagante.
Y se ha conseguido, por ejemplo, con el uso casi excesivo del color dorado, que se repite en diferentes tonalidades y aplicaciones tanto en el exterior como en el interior del edificio. Así como combinado formas orgánicas, contrastes de oscuro y luminoso y elementos procedentes de los trabajos de Dalí. El material predominante es el metal como contraposición a la piedra y los mármoles de la arquitectura original.
Pero comencemos por la entrada. En el amplio espacio del vestíbulo los juegos de contrastes hacen de nuevo de las suyas gracias a la grandiosa escalera de mármol. En contraposición, el pavimento de mármol Negro Marquina y el techo oscuro; así como una decoración que resalta por lo contemporáneo de su estilo.
En esa misma zona sobrecoge la belleza del atrio de luces que comunica las siete plantas y permite llevar la luz natural al interior del edificio hasta el vestíbulo en planta baja. Líneas de LEDs integradas en los pasamanos de las barandillas bañan cada tramo de las cadenas con luz rasante y dejan brillar las cadenas de aluminio dorado que caen a modo de gran velo.
En las habitaciones, de nuevo el dorado es protagonista. Pero combinado con tonos crudos y grisáceos que, junto con la iluminación indirecta lineal crea un entorno cálido y elegante. Y todo ello marcado por un elemento de madera laminado de color antracita oscura en forma de “Z” que integra cabecero, armario y revestimiento de pared. Entre cada habitación y su baño hay un cerramiento de vidrio laminado, tratado al ácido y con una capa textil en su interior. El objetivo era crear una separación opaca pero texturada y cálida.
Para el estudio que se ha encargado del proyecto de arquitectura e interiorismo, TBI, ha sido esencial la sostenibilidad. De modo que han intentado aprovechar todas las posibilidades para crear un hotel ecológico tanto en los elementos arquitectónicos como en los sistemas de instalaciones.
Más información:
www.vinccihoteles.com
www.teknobau.com