Las transparencias siempre están de moda. Las pasarelas lo demuestran cada año. Y es que son la manera más elegante y refinada de sugerir sin mostrar; de resultar sexy hasta el extremo sin dejar de lado el buen gusto y, por qué no, el pudor. Envueltos en encajes, gasas o tules, los cuerpos femeninos se muestran sin mostrarse y suponen un acierto seguro. Por eso nunca dejan de estar presentes, cada temporada. Algo así puede decirse también de las transparencias en la decoración. Porque son también una apuesta segura. Y más desde que las posibilidades de los materiales son mayores. Décadas atrás las transparencias en piezas de mobiliario venían, casi exclusivamente, de la mano del cristal. Pero con la aparición del plexiglás o el metacrilato, ya no hay que temer tanto por la integridad del mueble.
Por eso te animamos a que pruebes a colocar transparencias en casa. A poco que le des una vuelta, vas a encontrar montones de ventajas en ello. Comenzando por la ligereza aportan a la estancia donde los colocas. Y no es baladí, porque dará una imagen más limpia y ligera. Vamos, que es perfecto para espacios pequeños. Pero también para los menos luminosos, porque con ellos vas a conseguir una mayor amplitud visual. Porque dejan traspasar la luz natural. Y la artificial se aprovecha mucho más porque se refleja en las piezas transparentes. Además combinan a la perfección con cualquier estilo decorativo.
Eso sí, ten en cuenta que tampoco conviene ‘pasarse’. Es decir, basta con colocar en el comedor una mesa de cristal o unas sillas de metacrilato. Pero no ambas cosas. Y ten en cuenta que no es necesario que los muebles sean completamente transparentes. Puedes combinarlos con acero inoxidable o madera. El resultado es impecable, por ejemplo, en una mesa de centro para el salón o un escritorio donde trabajar o estudiar.
Las transparencias también son ideales para solucionar problemas decorativos. Nos parecen un acierto, por ejemplo, a modo de barandilla. Es una opción que quizás has visto en oficinas, pero que queda genial en viviendas. Echa un vistazo al sistema CC-775, de la gama GlassFit New Generation de la firma Comenza, que entiende la barandilla como un elemento arquitectónico de valor estético. Si no requieres —o no te puedes permitir— tanta inversión como para adquirir nuevas piezas de mobiliario o barandillas, coloca accesorios decorativos transparentes: lámparas, jarrones, estilizadas botellas a modo de adorno (nos encanta la serie Pescadous, de Roche Bobois), tarros… Los tienes muy bonitos en Westwing, por ejemplo, donde también cuentan con la silla Loius; o un set de mesas nido, que quedan perfectas en un rincón del salón.
Si buscas sillas que den luz y estilo a tu comedor, en Roche Bobois encuentras el modelo 'Loop' de inyección de policarbonato con "calcetines" de ABS metalizado, apilables. Y el modelo Gliss de Pedrali, diseñado por Claudio Dondoli y Marco Pocci, que venden en Achica. En el mismo espacio on line cuentan con la mesa de centro Reflecta, realizada en vidrio.
Más información: www.comenza.com www.westwing.es www.roche-bobois.com www.achica.es