Lo vemos casi cada día en algún evento de la alfombra roja: el metalizado se lleva. Y es así desde que Paco Rabanne se inventó eso del vestido de metal, a finales de la década de los sesenta, cuando a nadie se le había ocurrido nada parecido ni de lejos… Y claro, aquello supuso una revolución.
Vale que lo que ahora suele verse en los grandes eventos y las pasarelas son tejidos en colores metalizados y hemos dejado a un lado el uso del metal, pero el efecto es poco más o menos igual de sorprendente y sobre todo, de elegante. Y como ya ha sucedido en otras muchas tendencias —lo hemos hablado recientemente al hablar de las rayas marineras—, tarde o temprano acaba pasando de la moda a la decoración.
El gusto por el acabado metalizado no iba a ser menos. Así que sí, con frecuencia nos encontramos con magníficas piezas de mobiliario en tonos plateados, dorados e incluso colores más intensos, pero con destellos de glamour. Y se han convirtiendo en tendencia en decoración.
Quizás porque el acabado metalizado añade brillo y profundidad a cualquier color y, por lo tanto, al mueble que lo ‘viste’. Desde un ángulo, los colores se ven oscuros pero, desde otro, brillan y ofrecen destellos. A pesar de ello, son colores con los que no se atreve ‘el gran público’, a pesar de ser muy versátiles, porque tienen cabida en muchos estilos decorativos, como el ecléctico o el shabby chic, aunque sin abusar. El sentido de la medida es siempre fundamental en los estilos decorativos muy marcados.
Si los colocas en una pieza de mobiliario de grandes dimensiones, resultará el centro de la estancia. Por ejemplo un aparador, un mueble librería, una mesa de centro, un armario... Ejemplo de lo que te decimos es la espectacular colección Mascaron de Valenti. O algunas de las Unique Muebles, como el aparador 'Antracita' o el armario 'Ródano'. Pero no por eso tendrás que seguir con el metalizado para toda la estancia. Otra opción es incluir elementos más pequeños como consolas o cómodas (mira las de Mis en Demeure), lámparas, espejos, marcos, o algún objeto decorativo que impriman carácter al espacio.
El color metalizado más elegido es el plateado, que según tenga acabado mate o brillo quedará perfecto —o no— en la decoración industrial. También existe la posibilidad de optar por el dorado o el bronce. En cualquiera de estos casos, si optas por el brillo el resultado será muy clásico y condicionará el resto de la decoración.
Además de muebles de madera, a los que se le imprime este acabado con pinturas especiales —por cierto que lo puedes hacer tú mismo—, lo hemos visto desde hace meses en los textiles. Por ejemplo, los tapizados metalizados, que dan un aspecto realmente sofisticado a la estancia. Más aún si se elige una tela aterciopelada. PortobelloStreet cuenta con sofás y sillones de este tipo. Pero también en seda.
Más información:
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