Conseguir una casa luminosa es una de las esencias de cualquier trabajo de interiorismo. Incluso del que cada uno de nosotros lleva a cabo en su propia vivienda, sea un amplio apartamento, un espectacular chalet o un diminuto pisito. Porque, como dice la interiorista Marisa Gutiérrez, “una casa bien iluminada es más atractiva, se aprecian mejor sus volúmenes y detalles decorativos y, sin duda, es mucho más cómoda y confortable”.
Pero por mucho que nos guste la decoración, no todos sabemos cómo se consigue esa sensación de luz y alegría que tanto nos gusta. Por eso, hemos querido preguntarle a Gutiérrez, decoradora con más de 15 años de experiencia, quien nos ha dado las claves de la luminosidad.
Para empezar, “las paredes en tonos claros siempre aportan más luz. En el caso de querer utilizar colores más fuertes o vivos, se puede optar por pintar una pared”, pero Marisa aconseja, que “esté situada frente a una ventana o ventanal para que la luz se refleje en dicha pared logrando destellos de luz más ambiental”.
Los suelos “en tonos claros y brillantes aportan más luz a cualquier estancia. Si hablamos de suelo de madera es importante que las vetas estén direccionadas hacia la luz, hacia la ventana para lograr más sensación de amplitud”, comenta la interiorista.
En cuanto a las ventanas y ventanales, los screens, siempre que sean de mínima opacidad ayudan a regular la intensidad de la luz. Los de un 10% son los más recomendables. Lo ideal es dejar el screen bajado sólo un tercio y colocar algunas plantas o flores debajo. Pero no todos los colores valen: “han de ser preferiblemente blancos y de pequeñas dimensiones ya que siempre potencia la sensación de frescor. Es un recurso decorativo sencillo y permite mayor o menor luminosidad en una estancia en función de las necesidades de cada momento”.
“Los espejos son un gran aliado para potenciar la luminosidad en una estancia”, afirma Gutiérrez. Y añade: “Un espejo sobre el que rebote la luz logra un efecto como si de otra ventana se tratara. Un juego de espejos en un pasillo colocado alguno de ellos frente a una ventana logra dar luminosidad y un efecto óptimo que ayuda a ampliar el espacio. También los muebles de espejo son un gran recurso para potenciar la luz, tanto en espacios pequeños como en grandes”.
En cualquier caso, “hay que jugar bien con los contrastes de luz cálida y fría. Aunque en decoración no suele gustar la luz fría, es crucial para determinados puntos con doble encendido como en baños, cocinas y rincones de lectura de un salón o dormitorio”. Según Marisa Gutiérrez, “se trata de iluminar puntos en los que se necesita ver con mayor claridad porque se desarrollan ciertas tareas o trabajos que necesitan más luz. En este caso, para añadir puntos de luz fría, además de halógenos se puede recurrir a lámparas de pie”.
Del mismo modo, “colocar potenciómetros y luz oculta en paredes, techos, rodapiés, detrás de muebles… ayuda a aumentar la luz de forma homogénea independientemente de los puntos de luz directa o indirecta que haya”, dice la interiorista. Para quien “lo ideal, en cualquier caso, es contar con luz natural en todo el hogar, pero en su defecto, mi recomendación es optar por dar luz ambiental y funcional a todas las estancias, añadiendo puntos de luz específica en aquellos espacios que lo requieran, además de algunos toques de luz indirecta”.
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