La llegada de la Semana Santa puede ser una excelente excusa para dejar notar en casa que ha aparecido la primavera. Hazlo colocando huevos y conejos de Pascua. Y preparando galletas y chocolates con estas siluetas
Traspasado ya el umbral de la primavera, se cuentan los días para que llegue la Semana Santa. Porque suponen para la mayoría unos merecidos —y esperadísimos— días de descanso, tanto si se viaja fuera como si permanece uno en la vivienda habitual. Estas fechas marcan también el cambio estacional y se renuevan fuerzas para afrontar con ilusión el último trimestre del curso, sin duda el más duro del año. Pero además son unos días con mucho significado religioso para cristianos y judíos. Días de celebración que se traduce en la decoración del hogar y, como otros muchos eventos, en comidas típicas.
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Y también en este caso hemos importado algunas costumbres de países anglosajones. Una de las más encantadoras para poner en práctica con los pequeños de la casa es la denominada Easter egg hunts, o búsqueda de huevos de chocolate. Es costumbre hacerlo el domingo de Pascua. De este entretenido juego surgió la idea de que el Easter Bunny (conejo de Pascua) es quien trae a los niños chocolates o pequeños detalles y regalitos, casi siempre relacionados con dulces. ¿Por qué huevos? No hay una sola respuesta. Por un lado, antiguamente, en Cuaresma los huevos eran un alimento prohibido. Y la Semana Santa marcaba el reinicio de su consumo. Pero también se habla de la asociación que existe entre los huevos, la fertilidad y la primavera. Durante esta estación las aves volvían de su migración y los huevos reaparecían en la dieta.
En cuanto a los conejos y su sorprendente relación con los huevos, una posible explicación tiene su origen en la creencia de que un conejo fue testigo de la resurrección de Jesucristo. Y que quiso hacer partícipe a todo el mundo de su alegría pintando huevos y entregándolos a la gente para que entendiera la importancia del milagro. El caso es que cada vez es más habitual colocar ambos motivos decorativos en los hogares. Y preparar la casa para la llegada del Easter Bunny. Por eso, no te extrañe ver durante estas semanas las tiendas de accesorios repletas de huevos de pascua y conejos. Las tiendas Casa, por ejemplo, cuentan con unas divertidas hueveras con forma de conejo; o decoración para colgar con estampados relacionados con estos días; o velas en forma de huevo en diferentes colores. Los de Blaubloom apuestan por los adornos para colgar o hacer guirnaldas. Nos gustan especialmente los huevos metálicos con dibujos de conejos en su interior. Pero también los de fieltro, más blanditos y aptos para que jueguen con ellos los bebés. Y para que se sepa desde antes de entrar en casa que celebras la Pascua, coloca una corona de huevos de fieltro en la puerta.
También puedes ponert en la puerta algunos conejos de La Cuillère de Sucre. Son de papel y sirven para decorar montando guirnaldas. Pero también para que lo coloques sobre un libro o cuaderno durante los días que dura la Semana Santa y la Pascua. O para crear cuadros para decorar las paredes. Si ya estás animada a decorar toda la casa, no lo dudes y hazte con unos huevos para colgar como los que venden en Muy Mucho, en cajas de 12, preparados para colgar, como si de bolas de Navidad se tratara. O para colocar en una cestita. Aunque también puedes decorarlos tú misma, con ayuda de tus hijos.
Como te decíamos al principio, los dulces son parte importante de estas fechas. En concreto, los chocolates son esenciales. Los huevos y los conejos, también. Tescoma propone que prepares un jardín de lo más primaveral con motivo de la llegada de la Pascua. Y para ello cuenta con el juego de cortapastas Delicia. El pack contiene un juego completo para cultivar hierba de Pascua —semillas de cebada que crecen en solo siete días, un medio de cultivo bio-calidad—, un recipiente de plástico resistente y cuatro cortapastas de plástico con las siluetas típicas de estas fechas. En Cooking TKC puedes encontrar accesorios de cocina algo más sencillas. Por ejemplo, cortapastas con forma de conejo o un molde para elaborar huevos de chocolate.