Si miramos hacia atrás, los muebles que recordamos de la casa de los abuelos eran de madera recia y oscuros. De esos que ocupaban buena parte de espacio real y del visual. Eran así en las alcobas —preciosa palabra en desuso—, los salones, los recibidores y los comedores.
Hace ya varias décadas comenzaron —por suerte— a dominar nuestros espacios las mesas, sillas, camas, armarios aparadores y cómodas en color blanco. A veces puro. Otras veces roto. Y aunque cada vez se ven más piezas en colores diferentes —a veces intensos azules, cálidos rojos o suaves rosas—, el blanco sigue siendo uno de los reyes del mobiliario.
Los muebles de color blanco dotan de luminosidad a las estancias.
Claro que los motivos de este triunfo son de lo más razonables. Para empezar porque aportan luminosidad a los espacios pequeños y oscuros. Y realzan tanto la luz natural como la artificial. Cierto es que no sólo vemos muebles blancos en casas de tamaños ajustados. También en amplias viviendas.
Los motivos son sencillos. La elección de muebles blancos suponen una apuesta segura. Es fácil acertar en la combinación con otros colores y de diferentes estilos, porque es el más versátil de los colores del arcoiris. Pero ten cuidado porque el abuso del blanco puro puede resultar frío y un tanto impersonal.
Por eso todos los interioristas suelen recomendar apostar por los tonos crema o el blanco roto. O por combinarlo con accesorios y complementos de diferentes colores y texturas que doten de carácter las estancias. Empezando por las paredes.
Lo vemos en la imagen que propone Banak Importa con Ikay. Una colección realizada en madera de roble y acabada en pátina blanca que aporta calidez a las estancias. Sus tiradores y las líneas horizontales de sus frontales le dan un toque muy personal. Además de comedor, disponen de dormitorio.
precisamente dormir entre algodones puede ser la apuesta de otra colección de la misma firma, Nantes, una de las más románticas de Banak Importa. Se compone de cabezal tapizado —disponible en piel—, mesita de tres cajones de diferentes alturas, mueble zapatero, amplia cómoda; y un amplio baúl para colocar a los pies de la cama.
Una vitrina como la de la imagen es un acierto para el salón.
La firma toledana Arte Nogal también cuenta con varias propuestas en color blanco. Sobre todo en su colección 'Vintage'. Nos gustan mucho sus vitrinas, perfectas para colocar en el salón. Las tienen de dos o tres cuerpos y en varias alturas. La de la imagen lleva dos puertas; dos baldas interiores de cristal y una de madera en la parte ciega de las puertas.
Aunque están especializados en la fabricación de muebles de madera maciza de nogal —aceptan encargos a medida— y en diferentes acabados, el modelo que aparece en la imagen está realizado en madera de haya lacada en blanco. Por eso se puede combinar con cualquier estilo.
Por supuesto en su catálogo cuentan con dormitorios de matrimonio e individuales en crema o blanco puro, sencillos o de estilo barroco. Incluyen cómodas, armarios de dos puertas, cabeceros y mesillas con o sin cajones.
Un sofá blanco es la base neutra que te ayudará a decorar el salón.
Terminamos con una apuesta algo más arriesgada que la de los muebles lacados en blanco. Se trata de colocar en el salón un sofá blanco. O incluso una chaise longue. En realidad es una idea que muchos interioristas aprueban, porque crea la base neutra perfecta sobre la que puedes añadir lo que quieras.
Y es que te permite jugar con el resto de colores —y texturas— de la estancia. Y, en concreto, con los cojines que te ayudarán a crear un ambiente personal, acogedor. Conforama cuenta con el modelo de chaise longue Hilton. Con cabezal reclinable y tapizado en piel sintética, está disponible también con cama.
Más información:
http://www.banak.com
http://www.artenogal.com
www.conforama.com
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