No te cierres a las posibilidades de materiales ecológicos como el corcho. Con él se pueden crear objetos tan decorativos como cubiletes para lápices, cojines o contenedores
Hace unos meses le dedicábamos este espacio a productos de decoración realizados con esparto, un material que no suele —no solía— emplearse para este tipo de muebles y accesorios. Y es que cada vez más los materiales traspasan fronteras y van más allá de lo que se espera de ellos. Y más desde que se han convertido en tendencia de rabiosa actualidad la utilización de materiales naturales. El mimbre, el ratán, la anea, la madera de olivo, o la de alcornoque. O, lo que es lo mismo, el corcho. Y eso es precisamente lo que nos va a ocupar en esta ocasión.
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Las ventajas de este material no solo son estéticas. Además, se consiguen productos ecosostenibles. Más aún si además de corcho se ha empleado para su fabricación cristal reciclado. Es el caso de los accesorios para despacho de la firma Lucirmás, pertenecientes a la colección 'Handy'. La diseñadora italiana Lucia Bruni, fundadora de la firma, ha creado, a partir de corcho y cristal reutilizado una curiosa línea para almacenar objetos de uso diario sobre el escritorio y organizar el espacio de un modo flexible. Se compone de un cubilete para lápices; de un recipiente con tapa ideal para guardar clips; y un recoge-cables para los auriculares.
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El corcho es también el principal —pero no el único— material empleado por la firma Amorim para sus pequeños y singulares diseños. Al menos sí los de la colección 'Materia', a la venta en Triitme.com. Ha sido creada por 10 diseñadores y estudios portugueses e internacionales de prestigio. La pieza más reciente, y seguramente la más curiosa, es la denominada Furo. Es un cuerpo de corcho montado sobre 4 o 36 lápices de colores que hacen las veces de patas. Y cuando Furo se desliza, se convierte en un objeto de dibujo, además de un contenedor para la cocina o el despacho.
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La firma Alentejoazul también trabajan este material natural y sostenible que da un aspecto muy personal a los hogares. Porque es al tiempo muy resistente y muy ligero. De entre sus muchos productos, nos gustan sus fruteros —o cestos para el pan— porque son muy fáciles de limpiar. El plato que te mostramos está hecho a mano y de un pedazo entero de corteza de corcho. Por eso, cada uno de los modelos que venden —en la web de DaWanda, por cierto— son únicos y exclusivos. El acabado de estas piezas es pulido en su interior; y natural en el exterior.
La pareja que forma Alentejoazul es portuguesa. Los que componen Rural Cork son españoles y apasionados de las propiedades del corcho (elasticidad, impermeabilidad, aislante térmico y acústico). Así que han querido aprovechar sus conocimientos de empresa tradicional para explorar más allá de los tapones de vino. De un tiempo a esta parte, han ido diseñando otro tipo de productos. Algunos de ellos relacionados con la moda (guantes, bolsos, paraguas o carteras); y otros, con la decoración, creando sorprendentes accesorios como cojines, marcos de fotos, vaciabolsillos o cubiteras.