La firma Roche Bobois acaba de presentar en París su nueva y espectacular colección. Y hasta allí nos hemos ido. Para contarte de primera mano qué se cuece en el elegante showroom que el editor de mobiliario —les gusta insistir en este punto: no son fabricantes, sino editores— tiene en la capital francesa.
Nos hemos encontrado con una serie de piezas asombrosas, cargadas de buen gusto, diseño y color. Pero sobre todo, nos hemos encontrado con su Presidente, Gilles Bonan. Y hemos aprovechado para preguntarle por las tendencias que vienen y por las apuestas de Roche Bobois para 2014. No te lo pierdas.
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La innovación tecnológica es importante para Roche Bobois. Aunque vosotros lo llamáis sensibilidad tecnológica. ¿Cuál es la diferencia?
Nosotros hablamos de tecnología, pero también de emoción. La tecnología no es el objetivo final, sino que debe transmitir valores y emociones. Y el ADN de Roche Bobois se basa también en la emoción que tenemos que transmitir al cliente, a través de los materiales, el diseño, la creatividad. La tecnología puede ayudar a transmitir técnica, pero también emociones.
¿Cómo se traduce eso de la innovación tecnológica en una colección de muebles? ¿Quizás en los materiales?
Sí, en los materiales. Pero para empezar es una creación, un diseño, un concepto y después hay que tener las soluciones para conseguir ese objetivo. Y para eso tenemos que tener tecnología. La tecnología por sí sola no es nada. Sí es una función o una emoción. Te pongo un ejemplo: hace años creamos una mesa con un sobre que pesaba 50 kilos. La base debía sostener ese peso tan descomunal. Y lo conseguimos empleando fibra de carbono: la solución tecnológica para conseguir ese diseño que teníamos.
Roche Bobois marca tendencia más allá de Francia. ¿Cómo es eso posible? ¿Es que el sentido del gusto también se ha globalizado?
Creo que sí. Es una lástima por un lado, porque hay una uniformización. Pero nuestros clientes viajan por los mismos lugares y tienen acceso a los mismos medios de comunicación, la misma información al mismo tiempo. A pesar de todo, hay diferencias respecto al gusto. Por ejemplo, en Asia los clientes prefieren la colección clásica a la contemporánea. Pero sí, un best seller lo es a nivel mundial.
El sofá Nautil, una de las estrellas del stand de Roche Bobois en Milán.
¿Hasta qué punto Roche Bobois se ciñe a las tendencias generales del diseño y el mobiliario?
Para nosotros, todas las tendencias de la sociedad son importantes y tenemos que ser muy abiertos a los movimientos de la sociedad en términos de cultura, de gusto, de tendencias sociales, en los que intentamos integrar nuestros diseños. Pero también tenemos que lanzar tendencias, asumir riesgos. Lo hacemos, por ejemplo, cuando lanzamos una colección creada por diseñadores jóvenes que no son conocidos. Es un manifiesto de Roche Bobois. A veces funciona y a veces, no. Pero es nuestro trabajo.
No sólo los diseñadores. A veces también los materiales son arriesgados, novedosos…
Sí, porque tenemos que desarrollar técnicas nuevas. Por ejemplo, lo hicimos con la silla Ava, y la técnica de inyección, una tecnología avanzada que nosotros no conocíamos. Asuminos una gran inversión para realizar un molde para Ava. Y conseguimos un gran éxito. Porque creemos que hay que arriesgarse.
¿Quizás más aún en este momento de crisis?
Sí, en Roche Bobois pensamos que este es un buen momento para innovar. Es una paradoja, pero lo hemos comprobado. En la feria de Milán presentamos un stand muy colorista, con muchas novedades estéticas; y la mayoría de los stands de otras firmas eran menos arriesgados, más convencionales. Y ha sido un éxito.
¿Qué nuevos diseñadores trabajan con vosotros esta temporada?
Para esta colección hemos trabajado mucho con Cédric Ragot, un talento enorme del diseño francés. Pero además, solemos trabajar con diseñadores muy jóvenes. Hemos hecho un concurso con la escuela de diseño y otro con la escuela San Martin de Londres, para hacer un prototipo de diseño. Esperamos más adelante hacer este mismo proyecto en España.
¿Cuáles van a ser las tendencias para este otoño-invierno?
Es cierto que tenemos una mirada privilegiada desde Roche Bobois, porque estamos en 45 países con más de 250 tiendas en todo el mundo. Y lo que veo es que a la gente le gusta cada vez más la fusión de estilos. Se acabó el total look. Hay clientes que son muy fans del diseño, pero mezclan esas piezas con otra más clásicas, para tener un contrapunto de estilo.
En este sentido, qué ofrece Roche Bobois
Tenemos una colección denominada Nouveaux Classiques que es una reinterpretación de los estilos franceses de los siglos XVIII, XIX y XX; pero con un toque de modernidad. No se trata de copias de este estilo, sino de reinterpretaciones. Tenemos clientes que compran piezas de Les Contemporains pero también de Nouveaux Classiques. Contamos con diversidad de estilos para los clientes.
Y en colores, ¿Qué se va a llevar? Llama la atención el azul turquesa de Cédric Ragot en Nautil… O el amarillo de So Quiet… ¡Tan modernos!
En efecto, el azul de Nautil, pero también el del sofá de Gaultier. Es una manera de refrescar y de decir que no tenemos por qué estar tristes a pesar de la crisis. Hay que ser optimistas.
En principio, el turquesa es un color veraniego…
Es cierto que habrá quien se pregunte cómo lanzamos un turquesa en septiembre. Pero creo que a la gente le importa el largo plazo, no compra para una sola temporada. Por eso creo que no es un obstáculo dar color en invierno. Al contrario.
Hemos visto mucho cristal en las novedades de este año. ¿Es uno de los materiales estrella de la temporada?
Nos gusta mucho hacer mezclas entre madera y cristal o metal y cristal. Nos hemos dado cuenta de que es un material que gusta mucho a nuestros clientes. Por ejemplo en Estados Unidos, que es un mercado muy importante para nosotros. Por el contrario, en Asia, donde está mal visto verle las piernas a las mujeres, no solemos ofrecer nada en cristal.
Una de las máximas de esta colección es ‘menos es más’. ¿El minimalismo siempre vuelve?
Creo que es una ola que va y viene, un ciclo, más que una tendencia. Ahora mismo a la gente le gusta concentrarse sobre lo que es esencial y borrar lo superfluo. Quizás sea una consecuencia de la crisis.
Del mismo modo, hay muchas formas geométricas. ¿Es también tendencia?
Sí, nos gustan las mezclas. Por ejemplo, las formas sinuosas, curvas, sin olvidar las líneas rectas. Pero sí, la geometría forma parte de una de nuestras fuentes de inspiración. Quizás porque trabajamos con diseñadores que son arquitectos y tienen la influencia de las formas geométricas.
Nos encantan las líneas rectas de los años 50. Y vemos que son de nuevo tendencia. ¿Se han ido alguna vez?
Sobre todo la línea 'Profile' sigue esta línea. Pero tampoco nos hemos olvidado de los 60 y los 70. Por ejemplo, el sofá de Cédric Ragot tiene una inspiración muy Pierre Paulin, un tanto hippie chic. Esa inspiración de décadas pasadas también se ve en el sofá chesterfield con tela de Gaultier.
¿Y las luminarias? ¿Cómo van a ser en 2013-2014?
Creo que cada vez más decorativas. Como las 'Victoire', unas luminarias de mármol diseñadas por el portugués Toni Grilo.
Porque la creatividad se exprime en cada objeto decorativo.
Más información:
www.roche-bobois.com
www.cedricragot.com
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