Consejos para cultivar tu propio huerto en casa

Si te gustan los productos ecológicos y te apetece cultivar tus propias verduras y hortalizas, toma nota de estas sencillas recomendaciones para crearte tu propia huerta en la terraza o el patio de tu casa

Por hola.com

En los últimos años, los llamados huertos urbanos se han convertido en una alternativa no sólo para aprovechar espacios de la ciudad infrautilizados o en desuso, sino también en una forma de compartir con otras personas una afición que ayuda a sobrellevar el estrés de la gran ciudad y volver al contacto con la tierra, a trabajar con nuestras propias manos. Al final, la recompensa es clara: consumir directamente nuestros propios productos.

Personas que buscan el consumo de verduras y hortalizas ecológicas; jubilados que encuentran en esta actividad una manera de mantenerse en forma y llenar su tiempo libre; asociaciones de vecinos, escuelas, colegios... son muchos los que han encontrado en el cultivo urbano una forma de compartir algo más que una actividad.
Estos huertos urbanos que nacieron en EEUU y Australia se han ido extendiendo por otros países y han llegado también a España. Madrid y Barcelona lideran el ránking de huertos urbanos, pero es una actividad que ha ido cobrando fuerza en otras ciudades.

Sin embargo, en esta ocasión, no vamos a hablar de estos pequeños oasis ganados al cemento de las grandes ciudades, sino de las posibilidades que tenemos ahora mismo de convertirnos en horticultores en nuestra propia casa. Pero, ¿por dónde empezar?, ¿qué se necesita para montar tu propio huerto en casa? Girterna, firma especializada en brico-jardinería nos da unos prácticos consejos para cultivar en la terraza, en el patio o en la ventana de casa:

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1. Disponer de los contenedores apropiados: su tamaño va a depender de lo que quieras cultivar; existen muchos tipos: macetas, jardineras, mesas de cultivo, los hay también textiles... pero lo más importante es que sean ligeros para que se puedan mover fácilmente y que tengan un buen sistema de drenaje para eliminar el exceso de agua de riego.

2. Sol: la mejor orientación para un balcón, terraza, ventana o patio es la sur, suroeste. Las plantas deben gozar de un mínimo de 8-10 horas de sol (o cuatro de luz directa) para que crezcan sanas y fuertes.

3. Planifica el espacio: ten presente la superficie que se va a ocupar, la capacidad y la distribución de los contenedores; se evita así, por ejemplo, sobrecargar el balcón o ventana. Coloca las plantas bajas delante de las altas para aprovechar mejor las horas de sol. De esta manera, coloca, por ejemplo, la lechuga en macetas por delante de los tomates o las judías.

4. Utiliza los sustratos adecuados: las hortalizas necesitan un sustrato rico en nutrientes para crecer y dar fruto. Los expertos aconsejan sustratos orgánicos ligeros porque retienen bien el agua y los nutrientes, además de servir de ‘soporte’ para el crecimiento de las plantas.

5. Escoge bien el sistema de riego: en una terraza puedes instalar riego automático, pero si esto no es posible, procura tener un fácil acceso a un grifo para regar sin grandes inconvenientes. La regadera de toda la vida o una goma de regar serán suficientes.

6. Frecuencia y cantidad de agua: va a depender de la época del año (verano o invierno), pero ten presente que siempre es mejor mantener la humedad, es decir, regar más frecuentemente pero menor cantidad.

7. Autoconsumo: para asegurar un buen rendimiento de tu huerto, lo mejor es diversificar el cultivo, en pocas cantidades y escalando las cosechas. Una de las ventajas de cultivar en casa es que podemos adecuar los cultivos a nuestras propias necesidades de consumo.

8. Combinar cultivos de distintas especies:
la variedad de cultivos es grande. Para quienes son principiantes se recomienda probar con: cebollas, ajos, espinacas, rábanos, lechuga, plantas aromáticas, por ejemplo.

9. Control de plagas: es un aspecto importante a tener  cuenta. Para todos aquellos que quieran iniciarse en esto de la ‘agricultura casera’ es recomendable que acudan a los plantones en lugar de a las semillas, porque aquellos son bastantes más resistentes a las plagas.