En este mundo en el que vivimos somos prisioneros del tiempo. Tenemos los minutos contados para hacer cada una de las cosas que debemos hacer a lo largo del día: cocinar, comer, dormir, leer, trabajar… Es el sino de los tiempos: ir a todas partes deprisa y llegar a menudo tarde.
Por eso es tan importante controlar la hora casi continuamente. Es decir, tener siempre un reloj a mano. Por ejemplo, en el móvil. Pero cuando estamos en casa, no siempre lo llevamos encima, así que hemos de procurar tener al menos uno que, de paso, forme parte de la decoración de la casa. Eso que antiguamente hacían los relojes de pie en casa del abuelo. Pero que ya no son tendencia.
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Pero sí lo es contar con uno de pared o de sobremesa. A ser posible, con un diseño que se salga de lo habitual. Como el que presenta +D2. Diseñado por i3Lab para Kikkerland, su nombre no deja lugar a dudas: Claro de Luna. Utiliza las imágenes del luminoso astro tomadas por el astrónomo Norbert.
Así que es redondo, por supuesto. Y muy romántico. Porque tiene una doble función: también ilumina. Porque brilla en la oscuridad, proporcionando un ambiente de lo más sugerente allá donde lo coloquemos y dejando ver la hora, aún siendo de noche.
Claro que es perfecto para el salón y quizás tú busques algo más colorista, para el cuarto de los niños, por ejemplo. En ese caso, apuesta por las divertidas posibilidades que dan los de Normann Copenhagen. Porque la colección denominada Watch Me cuenta con cuatro opciones (en tonos verdes; rosas, azules o multicolor), perfectas para el espacio que tengas en mente.
Diseñado por Rasmus Gottliebsen, está inspirados en las tiras de las muestras de color, que forma un ventilador cuando los muestran hacia fuera. Rasmus: “Watch Me no trata de dar la hora exacta, sino más bien una idea del tiempo, un tiempo de color. Porque se experimentan diferentes estados de ánimo, en cada minuto, hora, día o año”.
Las ideas que propone Vitra para relojes de sobremesa son mucho más serias y elegantes. En una gran variedad de materiales y formas esculturales, se trata de una colección diseñada por George Nelson y representan el estado anímico de la sociedad de los años cincuenta.
De todas ellos hemos elegido el modelo Diamond Clock, realizado en madera de nogal maciza. Queda perfecto en salones de estilo clásico, habitaciones señoriales y despachos. Al igual que otros modelos como el Nicght Clock, de latón y cristal acrílico.
Pero si lo que se quiere es volver a la idea del clásico reloj de salón de pie, Moooi cuenta con una curiosa opción (los de Sanserif también tienen una de la que ya hemos hablado). Se trata del modelo Altdeutsche. Está diseñado por Studio Job y realizado en madera de pino macizo y chapa de pino lacado en blanco.
Además, cuenta con unos delicados y muy originales —por sus colores y su temática— detalles pintados a mano. Y un compartimento secreto que recuerda al enigmático reloj de la película clásica Laura, de Otto Preminger. ¿En su interior? Una sorpresa del estudio de diseño.
Más información:
www.masd2.com
www.normann-copenhagen.com
www.vitra.com/es-es/
www.moooi.com
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