Esta australiana afincada en España se encarga cada día de que las flores sean un signo más de la decoración y la personalidad del Arts, uno de los mejores hoteles de la Ciudad Condal. A lo largo de su carrera ha trabajado en Londres, junto a la conocida florista británica Jane Packer, y en Nueva York, donde abrió una tienda y una escuela de este arte efímero. Porque una de sus pasiones es mostrar sus conocimientos en cursos y talleres. Como el que impartirá en Casa Decor Barcelona, el próximo día 17.
Donna Stein es una reconocida especialista en el arte floral.
¿Cómo contribuyen las flores a decorar una casa?
Es una manera divertida y no necesariamente cara de traer dentro lo que está fuera, dar un toque especial a tu salón, a tu dormitorio o a tu mesa…
¿Hay flores —y colores— especialmente indicadas para decorar la casa?
¡Mi regla general es traer a casa lo que me enamora de la floristería! Justo ahora los floristas tienen las tiendas llenas de flores con los colores del otoño, ramas, bayas y hojas. Esta semana, en la mesa en el vestíbulo de mi casa, tengo una preciosa rama de roble al lado de un bol con rosas naranjas flotantes.
¿Hay algún tipo de flor, algún color que no falle, sin importar el tipo de decoración que decoren el salón?
Me siento bastante segura diciendo que, en cualquier habitación, sería difícil considerar fuera de lugar unas flores blancas puestas en un florero de cristal.
Quizás una de las claves del diseño floral es la capacidad de mezclar. ¿Hay alguna combinación imposible? Por ejemplo, petunias y rosas…
¡No me gusta decir que una combinación es imposible! Soy testigo de artistas que han mezclado colores y texturas que yo nunca habría imaginado y sus combinaciones me dejaron boquiabierta. Aunque no me guste mezclar flores tropicales como las heliconias con las rosas. Pero… por favor, que no me lo recuerden el próximo año. ¡La moda y mis gustos tienen la manía de cambiar! ¡Por eso estoy tan enamorada de mi trabajo!
Imagino que igual de importante que las flores son el continente…
¡Sin duda! Para mí es como un marco para una pintura.
Cuéntame cuáles son las claves del diseño floral del Hotel Arts, donde trabajas.
La base de mi diseño es simple: elegir una zona donde las flores destaquen más y poner un florero hermoso para una flor preciosa. Se trata de mantener el estilo limpio y sencillo.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
La felicidad que las flores y los arreglos dan a los huéspedes.
¿Cómo comenzaste a interesarte por el diseño floral? ¿Te gustaban las flores ya de niña?
Si, desde que podía andar pasaba mucho tiempo en el jardín con mi madre. Su pasión para las flores y sus colores, texturas y formas, desde cuando se abrían hasta que morían, era contagiosa. Más tarde, por mi 17 cumpleaños, mi madre me regaló un curso de cuatro semanas para aprender a arreglar flores con un florista de mi ciudad natal, Adelaida. Aunque tenía un estilo muy tradicional, me enseñó las bases y me dio la confianza necesaria para tener en mano una flor sin romperla. ¡Después he podido romper las reglas!
Eso de hacer ‘arte efímero’, ¿no es algo triste?
Considero el arte floral muy parecido a la preparación de la comida. Comer hongos de la temporada y pasta con trufa no es triste… ¡es delicioso!
Eres australiana de nacimiento, pero has vivido en diversos lugares del mundo. ¿Tenemos en España una buena ‘cultura floral’?
Sí y cada día veo que hay más costumbre de comprar flores para la casa, no sólo como regalo o para las ocasiones especiales.
Más información:
www.hotelartsbarcelona.com