A estas alturas del mes de septiembre, con el otoño recién iniciado y el síndrome postvacacional apunto de ser superado, parece que todo ha vuelto a su lugar. Definitivamente, la rutina se ha vuelto instaurar en nuestras vidas.
Esa sensación se debe en gran medida a que los niños han retornado a su vida de colegio. Y de eso precisamente vamos a hablar, de los accesorios que los niños necesitan para llevar el almuerzo a clase. Puede parecer que no tiene importancia. Que un trozo de papel de aluminio o una bolsa corriente y moliente es suficiente. Pero no es así.
Lo que nosotros te proponemos son una serie de accesorios divertidos y muy prácticos que conseguirán que la fruta o el bocadillo resulte absolutamente irresistible. Si no te lo crees, echa un vistazo a las propuestas de la firma española Valira y su gama de piezas denominadas Nomad, especialmente diseñadas para facilitar la conservación y el transporte de alimentos.
Por ejemplo, Nomads Kids Pedro. Con dibujo de Kukuxumusu, es una bolsa porta alimentos con pared blanda y apertura total para mejor accesibilidad y limpieza. En su interior lleva un contenedor (0,75l), fabricado en PBT (plástico cerámico) 100% hermético, gracias a sus cuatro puntos de fijación y la junta de silicona de la tapa. Es perfecto para que los chicos lleven la fruta de media mañana.
Otra opción es llevar un bocadillo al cole. Los portabocadillos de Nomad son muy divertidos. Su nombre no puede ser más alusivo a su utilidad: BoKta. Están realizados en material interior y exterior antimanchas de fácil limpieza. Llevan un colgador para colocar fácilmente en la mochila y llevan un portafotos para que su identificación no lleve a dudas.
Con unos colores de lo más alegres (rosa, verde, naranja y azul) y con unos estampados divertidos y originales, los portabocatas de Iris también son una solución perfecta. Son muy flexibles y estrechos, de modo que una vez terminado, no ocupa espacio en la mochila.
Son bolsas térmicas, en forma cuadrada y rectangular, ideales para colocar bocadillos, sándwiches, galletas o barritas que permiten mantener los alimentos frescos. Además, sustituyen los envoltorios de usar y tirar, lo que evita la utilización de productos desechables ayudando así a preservar el medio ambiente. La mejor manera de que los niños aprendan, con el ejemplo.
Cuisine Paradiso cuenta con moldes para hacer sándwiches con formas de coches, trenes o puzzles. A continuación se guardan en la funda de plástico rígida, para que se conserven perfectamente.
Y si se opta por fruta para llevar al cole, el plátano se mantiene en perfecto estado si se transporta en la funda que propone la web. Está fabricada en plástico rígido perforado, de modo que permite que el alimento respire y se mantenga fresco y protegido.
Más información:
www.valira.com
www.iris.es
www.cuisineparadiso.com