Oscar Tusquets Blanca: “Hacer una silla original que no sea banal no es nada fácil”

La silla Fontal es uno de los últimos diseños de Oscar Tusquets. Aprovechamos la excusa para charlar con él sobre su trabajo

por hola.com
Nacido en Barcelona en 1941, Oscar Tusquets Blanca —así es como a él le gusta aparecer, sin acento y con dos apellidos— es algo así como un artista global. Al más puro estilo renacentista, diseña, pinta, escribe y proyecta edificios —es arquitecto de formación—. Entre sus últimas piezas, Fontal, una silla producida para Expormim, que recupera la estética más tradicional para reinventarla. En esta revisitación, su creador le ha querido dotar de una nueva apariencia manteniendo, eso sí, su ligereza, calidez y simpatía. Y a nosotros nos ha parecido una fantástica ocasión para hablar con él.

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Háblenos de Fontal, ¿Qué tiene de especial?
Es mi primer diseño en ratán, un material de larguísima tradición, cálido y ligero, pero muy flexible. Esto me ha obligado a revisar la estructura de mis sillas en metal o madera.

Normalmente no asociamos la silla a la comodidad. ¿Cómo se consigue que una silla sea cómoda?
Una silla no es una escultura, su belleza es indisociable de su comodidad. Se consigue que sea cómoda trabajándola, con paciencia, en planos y prototipos.

¿Y cómo se consigue eso siendo al mismo tiempo original, creando?
Hacer una silla original que no sea banal no es nada fácil. No poseo el secreto.

¿Cómo ha sido trabajar con Expormin? Imagino que no se trabaja igual de cómodo para unas firmas que para otras…
En un buen diseño el cliente es tan importante como el proyectista. Un buen cliente no es el que obedece ciegamente las “paridas” del diseñador, sino el que respeta e intenta hacer posible la esencia del proyecto. En este sentido Expormim ha sido un cliente ideal.

Con el prestigio que usted tiene, imagino que le llegan montones de encargos. ¿Cómo decide qué hace y qué rechaza?
En este momento no me llegan tantos encargos; y los que llegan, casi siempre son de empresas que conocen mi trayectoria y con las que me entiendo bien.

Realmente usted es un artista integral. Arquitecto, pintor, diseñador, escritor… Al más puro estilo renacentista; ¿o es en realidad el único modo de serlo?
¡Qué va! Existen artistas muy especializados. Lo que sucede es que a mí me gustan demasiadas cosas.

A lo largo de su carrera se ha hecho con los más importantes galardones en los ámbitos en los que usted trabaja (Premio Nacional de Diseño, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes). ¿Suponen de algún modo una cierta presión?
En absoluto. La presión la sientes de verdad cuando te enfrentas a un problema para el que ya se han encontrado soluciones brillantísimas. Por ejemplo: una silla.

Cuénteme cómo comenzó a interesarse por el diseño industrial. ¿O siempre le ha interesado aún cuando empezó su carrera como arquitecto?
Un arquitecto es un diseñador. En el estudio de Federico Correa donde me formé se diseñaban muebles, y los arquitectos milaneses que admiraba eran fabulosos diseñadores. No me gusta el término “industrial”, el método de diseño no varía si lo hago para un artesano o para una máquina; solo cambia el instrumento de producción.

De todos los ámbitos en los que desarrolla su creatividad, ¿Cuál le produce mayor satisfacción laboral y/o personal?
La arquitectura es apasionante pero se ha convertido en una actividad frustrante. El diseño es gratificante porque permite pulsar tu aceptación por el público. La pintura es una cura psicológica pues no dependes de nadie. Escribo para ganar amigos.

Usted tiene dos hijos pequeños. ¿Se evidencia ya en ellos ese interés por las artes que seguro usted les transmite?
Creo que tienen cierto talento para el dibujo y batallo para que los videojuegos, que reconozco adictivos, no absorban toda su jornada.

Más información:

www.tusquets.com

www.expormim.es