Tradicionalmente y hasta hace bien poco se entendía que la cubertería ‘buena’, la que te regalaban cuando te casabas, era de diseño muy clásico, de acero inoxidable y, en el mejor —o más antiguo— de los casos, de plata. Y claro, sólo se sacaban a relucir los días de fiesta, las Navidades y en ocasiones muy especiales.
Esa idea ha cambiado notablemente en los últimos años, como casi todo lo que tiene que ver con el diseño. De un tiempo a esta parte, los mejores diseñadores tienen en su carpeta dibujos de cuchillos, tenedores, cucharas…
Claro que esa tendencia no podía tardar en llegar. Después de todo, allá por 1957 el gran Arne Jacobsen —padre del diseño en el siglo XX— ya hizo su primera incursión en el mundo de los cubiertos con AJ. Por cierto que eran tan futuristas que aparecían en 2001 Una Odisea del Espacio.
'Pirouette' es el nombre de esta divertida cubertería diseñada por Ron Arad para WMF. Sus suaves formas otorgan a las piezas de una dirección muy dinámica. (PULSA SOBRE LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA GALERÍA)
Después han venido montones de nombres ilustres del mundo del diseño. Como por ejemplo Ron Arad. El creador israelí lanzó el pasado año, en colaboración con WMF, la cubertería denominada Pirouette. El cuchillo, el tenedor, la cuchara… parecen flotar sobre la mesa, como si no existiera la gravedad. Son, desde luego, una invitación al juego.
Una apuesta tan poco convencional como divertida… y práctica. Porque los responsables de la firma aseguran que han querido hacer una cubertería de exquisito diseño y manufactura, pero para usar a diario. Se acabó lo de la cubertería de ‘los domingos’…
Para los que no son tan atrevidos, Villeroy & Boch ofrece cuberterías con un plus de elegancia, pero más convencionales. Así es, por ejemplo, Blacksmith, definida por la prestigiosa firma alemana, como de estilo campestre.
Aunque desde aquí creemos que lo mismo puede acompañar una vajilla en medio del campo como en una refinada mesa cien por cien urbana. Por su acabado martillado, por su sencillo lenguaje de formas; por sus partes delanteras sólidas.
Anna y Gian Franco Gasparini son los creadores de este original y completo juego de cuchillos especialmente indicado para cortar quesos. (PULSA SOBRE LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA GALERÍA)
En Alessi están más que acostumbrados a lanzar al mercado cuberterías que se salen de ‘lo normal’. Por eso esta vez ‘vamos más allá’ y nos hacemos eco de La Vía Láctea, un juego de cuchillos (está visto que esta pieza da mucho juego) para cortar diferentes quesos diseñado por Anna y Gian Franco Gasparini.
Sus creadores dicen: “Se necesitan cuchillos adecuados según el tipo de dureza de la corteza y de la masa. Los mangos ergonómicos están realizados en madera de bosque, robusta y siempre verde, que crece lentamente con profundas raíces.”.
El juego se compone de cuatro cuchillos específicos: uno es para quesos duros, uno para semiduros, uno para quesos blandos y otro para quesos tiernos, además de dos cubiertos: un tenedor para quesos duros y semiduros y una paleta para quesos blandos y tiernos.
Pero si queremos hablar de lujo y de cubiertos, es imprescindible mencionar las piezas, entre obras de arte y verdaderas joyas, de Nesmuk. Porque esta espectacular obra de orfebrería presume de contar con una fina hoja, a prueba de afilados y golpes y un corte perfecto.
Lars Scheidler, fundador y propietario de la firma, asegura que “el diseño está muy estudiado. Hemos analizado la mínima presión que hay que efectuar para que el corte sea preciso, para que no existan jirones, desgarros en los alimentos”.
Aunque lo más espectacular es, sin duda, su aspecto. Por ejemplo, la novedad es un ejemplar realizado a base de 400 capas de acero de Damasco, 647 cristales de Swarovski y brillantes de cristal de zafiro. Tan espectacular como su precio: 12.000 €.
Más información:
www.ronarad.co.uk
www.villeroy-boch.com
www.alessi.com
www.messerkonzept.de