Elegir una buena cama es importante. No sólo porque es fundamental dormir la suficiente cantidad de horas. Sino que ese sueño sea de calidad. Es decir, hay que descansar. Es algo que nadie pone en duda. Recarga pilas, relaja y, por qué no, rejuvenece.
Eso es al menos lo que afirman los responsables de BioVital un interesante sistema de descanso integral que incorpora innovadores avances para generar el clima adecuado y retrasar el proceso de envejecimiento natural.
El modelo se compone de somier adaptable a la silueta, colchón —con funda—, almohada —y su funda correspondiente—, cubre colchón, manta y funda de almohada. La idea que argumentan es que el sistema emplea una novedosa tecnología que favorece la producción de melatonina, lo que ayuda a acelerar el proceso de regeneración celular, tanto en hombres como en mujeres.
Además, afirman que asegura una perfecta oxigenación, aumenta la capacidad del sistema inmunológico, reduce el exceso de presión en puntos concretos para mejorar la circulación de la sangre y disminuye los niveles de ansiedad. Por si esto fuese poco, también comentan sus responsables que ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como el Parkinson, Alzheimer, cáncer o la diabetes. Vamos, una revolución.
Claro, que tanto beneficio en una pieza con una estética pésima sería una lástima. No es el caso, porque los encargados de diseñar varios modelos de cabeceros y una estructura han sido los sevillanos Victorio & Lucchino.
La firma sueca Hästens también presume de conseguir el mejor descanso posible para sus usuarios. Y más ahora, con su nueva gama de camas continentales. A lo largo de este último año, han trabajado con proveedores y expertos externos en lana para innovar en el uso de los materiales naturales, con el objetivo de disponer de la mayor calidad posible.
En toda su cadena de producción, Hästens no utilizan productos químicos ni espumas, sino que se emplean materiales naturales, como la crin de caballo, el pino del norte de Suecia, lana, algodón y lino. En concreto, la lana de Hästens proviene de Nueva Zelanda, país conocido por ser respetuoso con los animales, algo fundamental para la firma sueca.
Gunni & Trentino también ofrece una cama de auténtico lujo. Diseñada por Antonio Citterio en 1998, destaca su cabecero reversible de 130 centímetros. Las patas se realizan en varios acabados de metal como cromo pulido, níquel o bronce o en madera roble claro, negro, gris, marrón y wengé.
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