Ojo, que sus nuevos poderes incluyen mesas (como la colección Bug Family de Patricia Urquiola para Mutina, la lámpara Copacabana de Jaime Hayón para Metalarte…). Porque la artesanía tiene que evolucionar…
El desarrollo del recubrimiento cerámico experimentado en los últimos años es extraordinario: antes (aún, vale, pero la tendencia está cambiando), la cerámica se utilizaba casi exclusivamente en baños y cocinas. Pero el material se está haciendo mayor y, dentro de su particular ‘movida’ se ha posicionado como opción de primera línea en todo tipo de estancias y espacios (privados y públicos, interiores y exteriores…).
Entonces, nos surge la pregunta: ¿a qué se debe que la cerámica (la vajilla de la abuela…) siga ganando nuevos espacios de recubrimiento? Y encima se está colando en las ‘celebrity list’ particulares de arquitectos, decoradores e interioristas. Uno de sus puntos clave es que es un producto natural, algo muy valorado en unos tiempos en los que lo ecológico y sostenible es algo sagrado. La arcilla, junto al agua y al fuego de cocción, hace de la cerámica un producto natural y de alta calidad.
Otras razones (y son unas cuantas). Es versátil, camaleónica, no hay elemento decorativo y funcional de la casa al que no le haya echado el ojo: es apta para cualquier superficie. Con esto queremos decir que aparte de servir para renovar suelos y paredes, también se acopla para revestir muebles de obra, armarios empotrados, estanterías, librerías, cabeceros de cama…
Una de las ventajas de la cerámica respecto a otro materiales es que es muy práctica: es un material resistente y duradero: niños, humedad, frío, calor... Todo lo aguanta. (PULSA SOBRE LA IMAGEN PARA AMPLIARLA)
Es fácil de instalar. Esto es así gracias a los nuevos sistemas de instalación en seco de las piezas de cerámica. Un método idóneo, por ejemplo, para los espacios que cambian muy a menudo de aspecto, para esos rincones de la casa que se transforman al ritmo de nuestros cambios, de nuestros gustos. Otra razón, para nosotros muy importantela cerámica es un material resistente y duradero ante el desgaste, las inclemencias (humedad, niños…), el paso del tiempo, los cambios de temperatura.
Además, no necesita de continuos mimos y cuidados especiales. Esta razón nos conduce a la siguiente: limpiarlo es una tarea sencilla. Simplemente requiere de un paño ligeramente humedecido. Si la suciedad o la grasa se hacen resistentes, se le puede rociar con agentes de limpieza más enérgicos… no pasa nada, la cerámica permanece impasible, no se queja.
Otro motivo de su éxito, porque todo hay que decirlo, es que resulta asequible al bolsillo. Las hay muy lujosas, claro, salpicadas con polvo de oro si se quiere, personalizadas (hablaremos de esto en otra entrega sobre la cerámica), pero su familia también se mueve en varemos humildes (y eficientes). La última ya la pergeñamos al principio: las propuestas más innovadoras cohabitan con las más atemporales, tradicionales. Es casi infinita (gracias a las nuevas tecnologías de fabricación) la variedad de colores, motivos, acabados, formatos, dibujos…
Más información:
www.spaintiles.info