Apenas un año después de su inauguración, uno de los hoteles más sorprendentes de Barcelona ha sido reconocido con el Premio Prix Villégiature Awards 2010, en la categoría de “Mejor arquitectura exterior de hotel de Europa”.
A nadie que conozca su silueta puede extrañarle: el edificio, ideado por el renombrado arquitecto Ricardo Bofill, forma una gran vela acristalada que se funde con el mar brindando espectaculares reflejos. Pura inspiración mediterránea, como no podía ser de otra forma.
El edificio, ideado por el renombrado arquitecto Ricardo Bofill, forma una gran vela acristalada que se funde con el mar brindando espectaculares reflejos. (PULSA EN LA IMAGEN PARA ACCEDER A LA GALERÍA DE FOTOS)
Situado frente a la playa, a un corto paseo del casco antiguo de Barcelona y Las Ramblas, en apenas unos meses su imagen se ha convertido en representación emblemática del diseño urbano de la ciudad.
Todo empezó en la cabeza de Bofill, poco después de que le llegara en encargo: “Estaba en frente del rompeolas mirando el horizonte azul, lo profundo de las aguas y pensé: ‘Es justo aquí!’, a unos 300 metros de donde yo me encontraba. Después de respirar profundamente durante un largo rato me fui directo al estudio. Había creado la Vela. ¡Primero parecía un barco pirata con dos mástiles!”.
Dada la estrecha relación del arquitecto con la ciudad, es fácil entender que para él éste fuera “uno de los momentos más emocionantes y espirituales de mi vida”.
Crear un proyecto arquitectónico en una ciudad como Barcelona no es una tarea sencilla. Quizás porque, como dice el propio Bofill, “es la mezcla de todas las arquitecturas. Tenemos de todo. El urbanismo más excelente y la más increíble diversidad de piezas arquitectónicas que se puedan encontrar, desde la muralla romana hasta los iconos más recientes. Es el resultado de miles de arquitectos trabajando juntos durante dos mil años. Esperamos que la Vela W pase a formar parte de esta historia”. No cabe duda de que así está siendo.
De las 473 habitaciones del hotel, 67 son siutes. Las más espectaculars son las denominadas Extreme WOW Suite. Destacan por su terraza privada, así como por la vista panorámica, de 360 grados.
Porque no se trata de un espacio al uso, arquitectónicamente hablando: “necesitábamos crear un barco especial con un mundo interior especial”. Un navío que recorre un mar muy concreto: “la actitud hacia el Mediterráneo suscitó el concepto de Vela. Todo es posible cuando hay una fusión con la naturaleza. La piel del objeto proporciona reflejos espectaculares, en el exterior la luz quema y el viento a veces es fuerte”.
Un hotel que mira al mar desde todas sus esquinas, sus 26 plantas y sus 473 habitaciones. Por ejemplo, desde la chaise longue que adorna cada una de sus habitaciones, cuyo interiorismo es también de Bofill. O desde la Extreme WOW, una suite con espectaculares vistas panorámicas que abarcan 360 grados.
Más información:
www.starwoodhotels.com
www.ricardobofill.com