El verano –es decir durante las vacaciones– es el momento idóneo para degustar hoteles. Y España posee, desde hace unos cuantos años, una flota de establecimientos con estrellas más que dignos (salgan ahí fuera y comparen…), modernos, fiables, cuidados e incluso arriesgados. Frank Gehry cambió, a golpe de titanio, el ‘skyline’ de Elciego con su Marqués de Riscal. El Hotel Viura es tanto o más iconoclasta que el anterior (cada uno en su estilo), un cuatro estrellas que ha transformado el horizonte de la localidad de Villabuena de Álava.
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Como nos explican desde Designhouses, firma de diseño y propietaria del hotel, “tanto en la concepción como en la construcción del hotel Viura, las guías predominantes fueron la idea de innovación en cuanto a oferta hotelera de la zona de La Rioja alavesa y además, la idea de compañero, y no intruso, de una región cuyo patrimonio arquitectónico sigue necesariamente unas formas inseparables de la naturaleza de la zona. De esta forma, continúan los responsables, “el Hotel Viura ha perseguido responder, además de a las necesidades de los huéspedes, al pueblo que le da lugar tanto en forma como en fondo; así, con uno de sus lados le da fachada a la reciente ampliación de la Plaza Mayor; y además, gracias a su configuración de volumen disgregado, le da continuidad a la escala de las viviendas situadas en la colina de enfrente”.
Desde el ángulo desde el que se mire es un edificio vanguardista, o cómo aplicar las desintegradoras leyes cubistas a un hotel… y crear algo sorprendente por fuera y por dentro y, al mismo tiempo, metamorfosearse con el paisaje.
Designhouses, con la colaboración de la arquitecta Beatriz Pérez Echazarreta, ha cogido unos cuantos paralelepípedos y los han 'lanzado' (como si fuera un juego de formas infantil) al lado de la iglesia del pueblo. La imagen dispersa que tiene el hotel se consigue gracias al uso de la habitación como módulo habitable a repetir que se adosa a los límites de la parcela, lo que además crea en el interior, a través de la separación entre las habitaciones, los espacios de recorrido desde los que se mantiene la visión de los edificios más representativos de la villa.
Cada habitación es única y su mobiliario ha sido creado específicamente para el hotel por firmas como la propia Designhouses, Stn, Sancal, Eseri, Driade, Odile, Flex, Kallmar, Slide y Vondom. Reinan los tonos naturales, terrosos, beis, morados (las referencias al vino son infinitas), maderas, hierro… “La independencia con la que han sido concebidas y construidas distingue también el interior de cada una, en las que para conseguir espacios únicos se ha empleado un acabado continuo en paredes, techos y baños, dejando que sea el mobiliario el que defina el uso, dé la textura y aporte la comodidad. En este sentido de singularidad, el mobiliario, a excepción de las mesillas y las sillas, ha sido diseñado específicamente para este proyecto”.
Los materiales empleados han sido los naturales de la zona y en cuanto a los tonos, se han elegido colores contrastados, oxidando el hormigón en alguno de los módulos, realizado cada uno con un acabado distinto. “En el caso de los interiores –concluyen desde Designhouses–, han sido realizados en hormigón visto, madera maciza en las puertas, encimeras de baños y mesas y acero en puertas y barandillas”.
Más información:
www.hotelviura.com
www.designhouses.org