Las sillas ya se han convertido en algo más que un mero utensilio en el que descansar y sentarse; ahora son una pieza imprescindible para la decoración del salón y saber combinarlas con el resto de la decoración puede parecerte fácil, pero no lo es tanto.
La moda ya no es tan rígida en lo que se refiere a tendencias y existe un amplio abanico a la hora de ponerte a elegir el mobiliario, que va desde lo más clásico a lo más barroco, pasando por lo más arriesgado y 'pop' y terminando por las últimas vanguardias.
Por eso, si lo que quieres es que tu salón sea algo distinto al resto y te encantan varios estilos, ¿quién te prohíbe que puedas combinarlo? Nadie, efectivamente, por eso te vamos a proporcionar las claves para que elijas las sillas más divertidas, que le darán ese toque diferente y mágico a tu salón.
MEZCLA LOS 70 CON EL BARROCO
El estilo moderno se combina cada vez más y mejor con el mobiliario antiguo o más recargado. Si no quieres tener que rechazar ninguno de ellos, lo mejor es arriesgarse y combinar estilos recién salidos de los años setenta con un papel pintado que poco tiene que ver pero que, sin embargo, quedará estupendo en tu salón.
Sillas de formas geométricas en un espacio decorado de forma barroca pueden ser la clave, o puedes hacerlo al contrario, combinar la decoración más vanguardista con unas ideales sillas de estilo isabelino.
ARRIÉSGATE Y OLVIDA EL QUÉ DIRÁN
Lo que si debes tener en cuenta son los tonos y los colores para que, a pesar del choque que puede provocar la mezcla de estilos, éstos tengan una continuidad y resulte un ambiente agradable.
El secreto a la hora de decorar una habitación no es otro que ese, el color. Si eliges tonos similares a los de las paredes, el resultado es espectacular. Incluso si te has decantado por hacerlo con tonos chillones, tranquila, porque no te resultarán empalagosos o cargantes si lo haces con un poco de cabeza.
No pienses en aquellos que van a acercarse hasta tu casa, disfruta de aquello que te gusta realmente aunque sepas que los demás se van a echar las manos a la cabeza, recuerda que es tu espacio y que el diseño y arriesgarse para no convertir tu casa en una copia de las del resto de personas que conoces, tienes su precio. Si estás dispuesta a pagarlo, verás lo satisfecha que te encontrarás.