Decora tu casa con un reloj de sol
Te enseñamos a construir este elemento tan práctico y decorativo para vestir las paredes de tu hogar
El reloj de sol es el más antiguo medidor de tiempo, habiendo sido fechado aproximadamente 3.000 años antes de Cristo, esto es, hace unos 5.000 años.
Este tipo de reloj era ya conocido por los egipcios y los babilonios, pasando a los griegos, quienes los mejoraron y emplearon. Más tarde, los romanos lo heredaron, y así llegó hasta la actualidad.
Para construir uno y lucirlo en nuestra pared sólo necesitaremos martillo, taladro, espátula, brocha, una tabla de aglomerado, dos listones de pino, cuatro listones de aglomerado, una barra de madera, malla metálica, molduras de madera, varilla de latón, escayola, listón, escarpias, arcilla y silicona.
Jugando con arcilla
Una vez que hayamos efectuado el diseño en una plantilla, prepararemos el soporte de barro que servirá de molde amasando una loseta de dos o tres centímetros de espesor.
Trabajaremos sobre una tabla de aglomerado y con dos listones colocados en los laterales enrasaremos la arcilla presionando con un rodillo de madera.
Esta operación escurrirá parte de la arcilla hacia los costados, por lo que podremos eliminar todo lo que sobrepase del tablero cortando con una espátula.
Manos a la obra
A continuación, plasmaremos nuestro diseño sobre la arcilla. Para ello, marcaremos las referencias de las líneas horarias y la decoración con un clavo, y adornaremos el cuadrante con molduras de madera.
Para dejar la impresión en la arcilla usaremos una escarpia. Tendremos que tener cuidado de no dejar huellas en la arcilla, aunque experimentar con ella pueda ser muy divertido.
Cuando el molde de arcilla esté listo, colocaremos los laterales del encofrado atornillando cuatro listones que enmarquen la arcilla. Antes de echar la masa, embadurnaremos el molde con aceite o silicona; de este modo, la loseta acabada se desprenderá sin problemas.
Pintura y ubicación
Una vez que la masa se haya secado, retiraremos los laterales del encajonado y soltaremos la loseta moldurada. Sólo nos queda insertar el estilete respetando la graduación que corresponda a nuestra localización geográfica.
El pintado del reloj lo podremos personalizar, empleando pinturas adecuadas al material de base.
Para concluir, decidiremos la ubicación definitiva del reloj, bien sobre una pared o bien sobre una piqueta. En cualquier caso, tendremos que respetar la orientación del plano de la esfera expuesta al sur y la perfecta verticalidad de la loseta.
¿Te gustan los relojes de pared? ¿Crees que un reloj de sol es práctico? Entra en nuestro foro
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Para construir uno y lucirlo en nuestra pared sólo necesitaremos martillo, taladro, espátula, brocha, una tabla de aglomerado, dos listones de pino, cuatro listones de aglomerado, una barra de madera, malla metálica, molduras de madera, varilla de latón, escayola, listón, escarpias, arcilla y silicona.
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Una vez que hayamos efectuado el diseño en una plantilla, prepararemos el soporte de barro que servirá de molde amasando una loseta de dos o tres centímetros de espesor.
Trabajaremos sobre una tabla de aglomerado y con dos listones colocados en los laterales enrasaremos la arcilla presionando con un rodillo de madera.
Esta operación escurrirá parte de la arcilla hacia los costados, por lo que podremos eliminar todo lo que sobrepase del tablero cortando con una espátula.
Manos a la obra
A continuación, plasmaremos nuestro diseño sobre la arcilla. Para ello, marcaremos las referencias de las líneas horarias y la decoración con un clavo, y adornaremos el cuadrante con molduras de madera.
Para dejar la impresión en la arcilla usaremos una escarpia. Tendremos que tener cuidado de no dejar huellas en la arcilla, aunque experimentar con ella pueda ser muy divertido.
Cuando el molde de arcilla esté listo, colocaremos los laterales del encofrado atornillando cuatro listones que enmarquen la arcilla. Antes de echar la masa, embadurnaremos el molde con aceite o silicona; de este modo, la loseta acabada se desprenderá sin problemas.
Pintura y ubicación
Una vez que la masa se haya secado, retiraremos los laterales del encajonado y soltaremos la loseta moldurada. Sólo nos queda insertar el estilete respetando la graduación que corresponda a nuestra localización geográfica.
El pintado del reloj lo podremos personalizar, empleando pinturas adecuadas al material de base.
Para concluir, decidiremos la ubicación definitiva del reloj, bien sobre una pared o bien sobre una piqueta. En cualquier caso, tendremos que respetar la orientación del plano de la esfera expuesta al sur y la perfecta verticalidad de la loseta.
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