También los amigos serán cada vez más importantes en la vida de tu hijo, por lo que será conveniente tener siempre a mano una cama extra. Si, además, la habitación debe ser compartida, con otros hermanos, habrá que tener en cuenta que cada uno tenga, en la medida de lo posible, su propio espacio y su propia intimidad.
Ponte en su lugar y pregúntales Para saber qué es lo que necesita esta peculiar habitación en cada momento, obsérvala colocándote en la cama, sentándote en el suelo donde ellos acostumbran a jugar, situándote en su mesa y tratando de percibir las mismas sensaciones que ellos sienten de día y de noche.
Una manera segura de saber si se ha acertado en la decoración del dormitorio es observando si el niño pasa mucho tiempo en ella, si duerme bien y si se siente satisfecho y orgulloso al mostrársela a sus amigos.
No hay que olvidar que para ellos el dormitorio es una parte importante de sí mismos, que incluso recordarán cuando sean adultos. Razón por la cual es necesario tener en cuenta sus gustos personales y consultarles, aun a sabiendas de que sus elecciones puedan diferir de las nuestras; porque con imaginación y creatividad siempre se pueden conciliar los gustos más dispares.
Los percheros Dentro de la simplicidad que debe reinar en una habitación infantil, los percheros de pie o de pared son unos buenos aliados para lograr que cada cosa esté en su sitio.
No sólo serán irreemplazables para dejar las prendas de invierno, que de otra forma acabarán sobre la cama o una silla, sino que sus múltiples brazos o tiradores pueden acoger los complementos más utilizados en cada temporada, como los cinturones, el casco de la bicicleta, la cantimplora, la gorra, el paraguas o la bufanda.
Los percheros de pie ofrecen la ventaja de que ocupan poco espacio y permiten la colocación de bastantes elementos de manera accesible. En este sentido, resulta muy fácil adaptar los antiguos percheros de madera a los gustos de tu hijo, pintando sus brazos de distintos colores.