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Si hay algo a lo que los niños suelen resistirse es a dejar su impronta artística en las paredes de la casa. Por eso, y para evitar desastres mayores, siempre se puede acondicionar un espacio en el que puedan dibujar y pintar sin estropear la pared, dándoles la oportunidad de tener un lugar adecuado para desarrollar su creatividad.
Se trata de un zócalo cubierto por una pintura especial que imita a la pizarra, sobre la que se puede dibujar y que además es lavable.
El rodapié de madera que se utiliza como remate superior del zócalo puede ir tanto en el mismo color de la pared como en un tono de contraste, pintando entonces los tiradores con colores vivos.
Materiales y herramientas que vas a necesitar
• Cubeta
• Recipiente hondo
• Blanco mate
• Laca verde
• Rodillo pequeño
• Papel de lija
• Cinta de pintor ancha
• Moldura de madera.
• Tiradores
• Clavos
• Martillo
Proceso de elaboración
Estos son los pasos fundamentales para conseguir esta original pizarra de pared:
- Se mide la franja superior hasta donde va a llegar el zócalo. Se va midiendo y marcando con un lápiz suave a lo largo de la pared para colocar después, en línea recta, una cinta de pintor ancha. Se va pegando ésta para que quede delimitada limpiamente la zona que se utilizará para pintar.
- Se frota la superficie con lija por varias zonas, para asegurarnos de que se hace un pulido homogéneo en toda la superficie. Con este paso se eliminan posibles irregularidades de la pared y se consigue mayor adherencia.
- El acabado de pizarra se obtiene mezclando en un recipiente dos partes de mate con una de laca verde. Es preferible usar un recipiente que se pueda tapar mientras se seca la pared entre una mano y otra. El producto contiene disolvente, por lo que hay que mantener aireada la habitación, pues el olor es muy fuerte.
- Para pintar con rodillo, que es lo más recomendable, se echa una pequeña cantidad de mezcla en una cubeta y se sumerge el rodillo hasta que quede cubierto. Para la aplicación de lacas, se recomienda un rodillo de pelo sintético o natural.
- Una vez extendida la primera mano, se deja secar con las ventanas abiertas durante 24 horas. Después, se aplica una segunda mano y se deja secar. Por último, se retira la cinta de pintor del borde superior y se remata con una moldura de madera, a la que previamente se habrán colocado unos tiradores para que sirvan de colgadores.
- El tono oscuro que proporciona el acabado de pizarra puede convertir este zócalo en un elemento demasiado pesado dentro de la habitación. Sin embargo, este efecto puede evitarse escogiendo la pared más corta para colocarlo, así como dándole menor altura (entre 80 y 90 cm.) de lo que suelen medir los zócalos.
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