Si eres aficionada al cultivo de plantas, no tendrás ningún problema en conseguir todas las metas que te marques en la decoración de tu porche o tu terraza, siempre y cuando prestes atención a unos consejos básicos.
Si, por ejemplo, deseas poner plantas de temporada y pretendes preparar una jardinera, apenas necesitarás unos fragmentos de teja o ladrillo, un saco de compost para plantas de interior, una pequeña cantidad de arena de río y, si puedes adquirirlo, un poco de arcilla. En cuanto a utensilios, con un trasplantador, una regadera y tus propias manos será más que suficiente. Deberás comenzar situando los trozos de teja sobre los agujeros de drenaje, para evitar que la tierra tapone los mismos.
Acondicionar las superficies
A continuación, cubre el fondo de la jardinera con una fina capa de arena para, posteriormente, rellenarla hasta la mitad, con una mezcla fabricada con tres partes de compost y una de arcilla. Si no dispones de este material, no te preocupes, ya que mejora la calidad del suelo pero tampoco es imprescindible.
Después, añade el compost cubriéndolo todo, de forma que la superficie de la tierra quede uniforme y a una cierta distancia del borde de la jardinera –bastará con un centímetro-. Finalmente, asegúrate de no formar bolsas de aire entre los cepellones de las plantas y el compost, presionando la tierra con los dedos alrededor de éstas, y riega hasta comprobar que el agua sale por los agujeros de drenaje.
Cómo evitar que el agua de riego se derrame
En algunas ocasiones, para evitar que el agua llegue al interior de la vivienda o manche las paredes de la fachada, es necesario prevenir su derrame. Para ello, las macetas, jardineras y demás recipientes que ocupen la terraza deberán estar protegidas en su base con bandejas de recogida del agua drenada.
Realiza el riego con regadera o, en su defecto, con una jarra o botella, controlando en todo momento la cantidad suministrada, para que en ningún caso se derrame. Otro método limpio y eficaz consiste en regar introduciendo las macetas hasta la mitad, en un recipiente ancho lleno de agua, lo que permite que la tierra absorba sólo la cantidad necesaria.
Si tienes tiestos y jardineras colgantes que no disponen de bandeja, coloca un receptáculo improvisado debajo del agujero del drenaje cuando riegues, hasta que deje de caer agua. Otra práctica solución consiste en colocar varias macetas a distintas alturas, situando una hilera de jardineras al pie de la pared, para que puedan recoger el agua que gotea.